27/05/2019, 18:27
Akame asintió muy despacio. Había estado tratando de guardarse los detalles para más tarde, para alguien mayor a aquella Anciana —en su ignorancia—, pero al ser cuestionado directamente no tuvo más remedio que admitirlo. De nada iba a servir negarse y enfurecer a aquella vieja que bien podía dar al traste con todos sus planes. Al fin y al cabo, Money parecía un hombre influyente allí; y Money respetaba a la Anciana. Así que, simple y llanamente para comprarse algo de tiempo, Akame desembuchó.
—Así es, Anciana. Le dijeron a esta pobre desgraciada que le pagarían seis mil ryos si iba dejando un reguero de migas de pan para que ellas pudieran encontrar la Casita de Chocolate Azul —incluso en aquel momento de tensión, el Uchiha encontraba lugar para sus bromas socarronas—. Solucioné aquello luego de pescar a esta mujercita. El rastro falso que mandé poner para ellas las llevará directamente a las costas de la Espiral.
—Así es, Anciana. Le dijeron a esta pobre desgraciada que le pagarían seis mil ryos si iba dejando un reguero de migas de pan para que ellas pudieran encontrar la Casita de Chocolate Azul —incluso en aquel momento de tensión, el Uchiha encontraba lugar para sus bromas socarronas—. Solucioné aquello luego de pescar a esta mujercita. El rastro falso que mandé poner para ellas las llevará directamente a las costas de la Espiral.