28/05/2019, 19:06
El Bautizo del Dragón, mal llamado Bautizo Draconiano. Ella había sido su creadora, la cabeza pensante que había parido aquella idea. Otohime la había aplicado, claro, como la experta en fuuinjutsu que era. En un principio, para eliminar debilidades. Ciertas dudas de algunos Cabezas de hasta donde estaban dispuestos a sacrificar por el bien de la causa.
Ahora, se había prostituido para asegurarse la lealtad de cualquier nuevo integrante. Quizá era su mejor uso, en realidad. El método que tenían para elegir nuevos miembros era tan brutal como peligroso. Después de todo, se estaban aceptando a personas que asesinaban a compañeros propios. Era muy fácil que entrasen jodidos enemigos a dinamitar la banda desde dentro. Alguno pensaría que, para eso, mejor eliminar aquella regla.
Tenían razón. Pero la Anciana era una mujer de fuertes tradiciones, y en aquel país ya se habían roto demasiadas como para ser ella quien añadiese una más a la lista.
Oyeron pasos subiendo por las escaleras.
—¡Hola papis! —Money acababa de entrar por la puerta. Se había quitado ya la túnica, esa que usaba para intentar pasar más desapercibido por las calles, y ahora mostraba su habitual vestimenta recubierta de collares de oro, pendientes de oro, anillos de oro y pulseras de oro. Sí, a Money le gustaba el oro—. ¿Todo bien pol aquí, mami?
—Todo bien —se levantó con pesadez—. Cuida de esta chica, Money, hasta mi regreso. Quizá podamos darle cierto uso.
—Pelo, ¿y lo de las tlillizas? ¿Ela cielto?
La Anciana asintió.
—Pagarán —fue todo lo que dijo, antes de hacer un gesto con la mano a Suzaku para que la acompañase.
Suzaku y la Anciana llevaban caminando por media hora, hacia el oeste. Hacía tiempo que habían dejado el pueblo atrás, y ahora bordeaban la costa por caminos estrechos rodeados de un bosque de pinos.
La Anciana rompió al fin el silencio:
—¿Por qué mataste a Shaneji? —Directa y sin rodeos.
Ahora, se había prostituido para asegurarse la lealtad de cualquier nuevo integrante. Quizá era su mejor uso, en realidad. El método que tenían para elegir nuevos miembros era tan brutal como peligroso. Después de todo, se estaban aceptando a personas que asesinaban a compañeros propios. Era muy fácil que entrasen jodidos enemigos a dinamitar la banda desde dentro. Alguno pensaría que, para eso, mejor eliminar aquella regla.
Tenían razón. Pero la Anciana era una mujer de fuertes tradiciones, y en aquel país ya se habían roto demasiadas como para ser ella quien añadiese una más a la lista.
Oyeron pasos subiendo por las escaleras.
—¡Hola papis! —Money acababa de entrar por la puerta. Se había quitado ya la túnica, esa que usaba para intentar pasar más desapercibido por las calles, y ahora mostraba su habitual vestimenta recubierta de collares de oro, pendientes de oro, anillos de oro y pulseras de oro. Sí, a Money le gustaba el oro—. ¿Todo bien pol aquí, mami?
—Todo bien —se levantó con pesadez—. Cuida de esta chica, Money, hasta mi regreso. Quizá podamos darle cierto uso.
—Pelo, ¿y lo de las tlillizas? ¿Ela cielto?
La Anciana asintió.
—Pagarán —fue todo lo que dijo, antes de hacer un gesto con la mano a Suzaku para que la acompañase.
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Suzaku y la Anciana llevaban caminando por media hora, hacia el oeste. Hacía tiempo que habían dejado el pueblo atrás, y ahora bordeaban la costa por caminos estrechos rodeados de un bosque de pinos.
La Anciana rompió al fin el silencio:
—¿Por qué mataste a Shaneji? —Directa y sin rodeos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado