9/06/2019, 16:46
(Última modificación: 9/06/2019, 17:47 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
—No lo sé —respondió Daruu, súbitamente malhumorado—. Pero si oficialmente es un traidor, y además está colaborando con esa rata...
«Kaido y Akame trabajando juntos como enemigos de las aldeas... Como no teníamos bastante con los Generales...» Pensó Ayame, con un aterrorizado escalofrío.
No podía dejar de darle vueltas al asunto. ¿Qué le habían ofrecido a Kaido para que los abandonara de aquella manera? Después de todo lo que habían pasado juntos, después de llegar a considerarlo algo más que un amigo, ¿cómo era posible que la hubiese tratado de aquella forma tan despectiva cuando se cruzó con él? ¿Y qué le había ocurrido a Akame para afirmar con tanta rotundidad que los suyos se habían cansado y se habían deshecho de él? ¿Qué le había llevado a volver a colarse en su propia aldea y atentar contra los que una vez fueron sus compañeros? No entendía nada. Le faltaban piezas en aquel puzzle. Pero cada vez que pensaba en ello sentía un miedo atroz. Ella, mejor que nadie, sabía lo peligroso que era Uchiha Akame. Y si además se había juntado con Umikiba Kaido, el poderoso tiburón de Amegakure...
Daruu, junto a ella, suspiró.
—Será mejor que durmamos. Tenemos que descansar. Mañana vamos a usar el Chishio Kuchiyose al menos un par de veces y caminaremos bastante por Amegakure.
—Tienes razón... —suspiró ella, y se acurrucó en el pecho de Daruu.
Su olor siempre la reconfortaba, siempre le hacía olvidar todos los problemas de aquel mundo tan complicado...
«Kaido y Akame trabajando juntos como enemigos de las aldeas... Como no teníamos bastante con los Generales...» Pensó Ayame, con un aterrorizado escalofrío.
No podía dejar de darle vueltas al asunto. ¿Qué le habían ofrecido a Kaido para que los abandonara de aquella manera? Después de todo lo que habían pasado juntos, después de llegar a considerarlo algo más que un amigo, ¿cómo era posible que la hubiese tratado de aquella forma tan despectiva cuando se cruzó con él? ¿Y qué le había ocurrido a Akame para afirmar con tanta rotundidad que los suyos se habían cansado y se habían deshecho de él? ¿Qué le había llevado a volver a colarse en su propia aldea y atentar contra los que una vez fueron sus compañeros? No entendía nada. Le faltaban piezas en aquel puzzle. Pero cada vez que pensaba en ello sentía un miedo atroz. Ella, mejor que nadie, sabía lo peligroso que era Uchiha Akame. Y si además se había juntado con Umikiba Kaido, el poderoso tiburón de Amegakure...
Daruu, junto a ella, suspiró.
—Será mejor que durmamos. Tenemos que descansar. Mañana vamos a usar el Chishio Kuchiyose al menos un par de veces y caminaremos bastante por Amegakure.
—Tienes razón... —suspiró ella, y se acurrucó en el pecho de Daruu.
Su olor siempre la reconfortaba, siempre le hacía olvidar todos los problemas de aquel mundo tan complicado...