11/06/2019, 23:11
Ayame accedió y se recostó sobre su pecho. Él hundió la nariz en el pelo moviendo la cabeza de un lado a otro y cerró los ojos. Se regocijó en el olor dulzón de aquél champú que usaba Ayame y que tanto le gustaba, y trató de relajarse. No pareció que se hubiera relajado mucho cuando al fin, sin darse cuenta, cayó intoxicado por la luz de la luna de Tsukuyomi.
Dos muchachos se precipitaron sobre el colchón de la cama de la habitación de Amedama Daruu. Uno cayó encima del otro, con un sonoro coscorrón. Ayame se escurrió lentamente hacia la derecha totalmente despeinada.
—¿¡Qué ha sido ese rui-? —La puerta de la habitación se abrío de golpe y Amedama Kiroe, pálida como la nieve de Yukio, quedó petrificada y con la boca abierta mirándolos— ...do.
Daruu se reincorporó de golpe, se sentó en el colchón y antepuso los brazos por delante.
—¡N-no, mamá, no es...!
—¡NO MOLESTO NO MOLESTO!
¡Bam!
Daruu chocó la mano contra la frente.
—Me quiero morir.
· · ·
¡P-puf!
Dos muchachos se precipitaron sobre el colchón de la cama de la habitación de Amedama Daruu. Uno cayó encima del otro, con un sonoro coscorrón. Ayame se escurrió lentamente hacia la derecha totalmente despeinada.
—¿¡Qué ha sido ese rui-? —La puerta de la habitación se abrío de golpe y Amedama Kiroe, pálida como la nieve de Yukio, quedó petrificada y con la boca abierta mirándolos— ...do.
Daruu se reincorporó de golpe, se sentó en el colchón y antepuso los brazos por delante.
—¡N-no, mamá, no es...!
—¡NO MOLESTO NO MOLESTO!
¡Bam!
Daruu chocó la mano contra la frente.
—Me quiero morir.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)