15/06/2019, 16:21
Lejos de Amegakure y lejos del frío eterno, un médico estaba sentado en un banco cubierto por un pequeño techo. Pero no se veía exactamente como solía verse. La principal diferencia podría ser la ausencia de su abrigo y paraguas. En pleno verano la corbata ya era algo un poco molesto de tolerar, ni hablar del chaleco militar que tenía mas ganas de tirarlo a las vías del tren que seguir teniendo que usarlo.
Una de sus manos sostenía una botella de té verde frío casi vacía, la otra se acomodaba el cabello hacía atrás. Su mirada, mientras tanto, no se apartaba de las pesadas lineas de metal que descansaban en el suelo, calentadas por el sol de Minori.
Perdido en sus pensamientos no pudo ver que una kunoichi de su propia aldea se encontraba presente en el lugar sino hasta que una voz conocida la llamó por su nombre.
«¿Aotsuki Ayame?»
Y la persona que le llamaba no era nada mas ni nada menos que la defensora de ardillas, la chica de Uzushiogakure.
Bebió lo que quedaba de su botella y se puso de pie. ¿Qué estaba haciendo la jinchuuriki tan lejos del alcance de Yui?
—Buenos días, Aotsuki-san. Uzumaki-san.
Dejó la protección de aquel tejado y se aproximó hasta la dupla y les dedicaría una formal reverencia.
—No esperaba encontrarlas en este lugar.
Una de sus manos sostenía una botella de té verde frío casi vacía, la otra se acomodaba el cabello hacía atrás. Su mirada, mientras tanto, no se apartaba de las pesadas lineas de metal que descansaban en el suelo, calentadas por el sol de Minori.
Perdido en sus pensamientos no pudo ver que una kunoichi de su propia aldea se encontraba presente en el lugar sino hasta que una voz conocida la llamó por su nombre.
«¿Aotsuki Ayame?»
Y la persona que le llamaba no era nada mas ni nada menos que la defensora de ardillas, la chica de Uzushiogakure.
Bebió lo que quedaba de su botella y se puso de pie. ¿Qué estaba haciendo la jinchuuriki tan lejos del alcance de Yui?
—Buenos días, Aotsuki-san. Uzumaki-san.
Dejó la protección de aquel tejado y se aproximó hasta la dupla y les dedicaría una formal reverencia.
—No esperaba encontrarlas en este lugar.
Hablo - Pienso