29/06/2019, 19:44
(Última modificación: 29/06/2019, 19:44 por Uzumaki Eri.)
—¿En Uzushio acostumbran a enviar un solo agente a esta clase de misiones eh?
—No lo sé —contestó la chica encogiéndose de hombros—. Quizá simplemente necesitaban esta vez dos oficiales de Amegakure.
Su conversación debía esperar, pues el encargado, con los pergaminos ya comprobados; comenzó a exclamar de manera alegre mientras instaba a los tres shinobi a comenzar con la misión.
—¡Bien! ¡Todo en orden, todo en orden! En ese caso, es un auténtico honor para mí daros la bienvenida a nuestro flamante ferrocarril: ¡El Imparable!
«Suena al típico mote que se pondría Datsue en la academia... »
Eri fue la segunda en subir tras Ayame al vagón indicado del ferrocarril, tras realizar una reverencia con la cabeza en señal de gratitud. Miró maravillada en el interior comprobando que era grande y disponía de muchísimos más asientos de los que se podía haber imaginado, sin embargo, ¿qué sabría ella? No tenía ni idea de lo que tenía delante, ni si quiera de cómo iba a funcionar del todo. Ayame tomó asiento tras pensárselo durante unos segundos, y Eri, que no supo muy bien dónde colocarse, optó por posarse al lado de la kunoichi de la lluvia, sin embargo al encontrarse en la fila del pasillo, tenía más visión de las otras plazas.
«Tres vagones, sesenta kilómetros...» Escuchó Eri sin comprender la terminología que utilizaba aquel chico que hablaba con demasiado cariño sobre ese ferrocarril, sin embargo asintió varias veces para dar a entender que había escuchado perfectamente lo que había comentado.
—¿Ayudó a construirlo, señor? —preguntó, curiosa por las reacciones del encargado—. La verdad es que se ve majestuoso por dentro, estoy impresionada, no había visto algo así en mi vida. —Añadió.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)