13/07/2019, 17:16
Cuando Daruu se aproximó lo suficiente como para que sus ojos pudieran ver físicamente a Nioka entre la neblina, confirmó que ella seguía allí, tumbada, un tanto aturdida. El hacha reposaba en su cinto, y con los ojos cerrados; su cuerpo sufría ligeros espasmos musculares de vez en cuando, aunque sin estar consciente del todo.
Ayame, por otro lado, sintió a alguien más moverse mientras se curaba a sí misma. Realmente fueron dos movimientos: uno sumiso, que hacía el típico sonido de arrastre. Lento y a paso de tortuga. ¿El carruajero quizás?
... y otro más rápido. Un fatigado y desesperado trote muy cercano a los límites del Kirigakure.
Alguien intentaba huir en dirección a los caminos que llevaban a Shinogi-To.
* 2 AO mantenidas
Ayame, por otro lado, sintió a alguien más moverse mientras se curaba a sí misma. Realmente fueron dos movimientos: uno sumiso, que hacía el típico sonido de arrastre. Lento y a paso de tortuga. ¿El carruajero quizás?
... y otro más rápido. Un fatigado y desesperado trote muy cercano a los límites del Kirigakure.
Alguien intentaba huir en dirección a los caminos que llevaban a Shinogi-To.
* 2 AO mantenidas