4/08/2019, 17:16
—No te preocupes Ayame, yo no tenía problema —respondió Eri con amabilidad, antes de echar a andar hacia la parte trasera del vagón.
Y Mogura se puso a la par de su compañera de aldea.
—Mirando el lado bueno, Ayame —bromeó el médico—. Aún no parece haberse iniciado ningún conflicto internacional.
La muchacha se sonrojó hasta las orejas y se vio incapaz de responder algo mínimamente coherente, por lo que mantuvo el silencio.
Mientras tanto, Eri había llegado a la puerta y la abrió de par en par. Una violenta ráfaga de viento los sacudió a los tres, y Ayame se vio obligada a cruzar los brazos por delante de la cara para evitar que le entrara polvo en los ojos. Los dos vagones no estaban conectados de forma directa, sino por un acople que enganchaban ambos vehículos. Al otro lado del acople, se encontraba la puerta que daba al siguiente vagón.
—¡Eri, ten cuidado, por favor! —exclamó Ayame, preocupada.
En el vacío que quedaba entre ambos cabía a la perfección un pie, por lo que si querían continuar adelante, todos debían andarse con mucho cuidado si no querían resultar heridos... o algo mucho peor.
Y Mogura se puso a la par de su compañera de aldea.
—Mirando el lado bueno, Ayame —bromeó el médico—. Aún no parece haberse iniciado ningún conflicto internacional.
La muchacha se sonrojó hasta las orejas y se vio incapaz de responder algo mínimamente coherente, por lo que mantuvo el silencio.
Mientras tanto, Eri había llegado a la puerta y la abrió de par en par. Una violenta ráfaga de viento los sacudió a los tres, y Ayame se vio obligada a cruzar los brazos por delante de la cara para evitar que le entrara polvo en los ojos. Los dos vagones no estaban conectados de forma directa, sino por un acople que enganchaban ambos vehículos. Al otro lado del acople, se encontraba la puerta que daba al siguiente vagón.
—¡Eri, ten cuidado, por favor! —exclamó Ayame, preocupada.
En el vacío que quedaba entre ambos cabía a la perfección un pie, por lo que si querían continuar adelante, todos debían andarse con mucho cuidado si no querían resultar heridos... o algo mucho peor.