10/08/2019, 22:16
(Última modificación: 10/08/2019, 22:17 por Amedama Daruu.)
Hubo un revoltijo de golpes y arañazos violentos. Ambos dieron vueltas por el suelo como dos gatos en una pelea callejera. Daruu propinaba un cabezazo, y Nioka respondía con un codazo. Daruu encajaba un rodillazo, y Nioka un puñetazo. Al final, ambos desaparecieron con un resplandor del color de la sangre, y volvieron a caer en un lugar algo menos húmedo, pero mucho más oscuro.
El golpe contra el suelo les separó. Daruu se dio un buen topetazo en la cabeza. Se tapó la cara con ambas manos y sintió una sensación caliente. Saboreó el hierro. La nariz le sangraba. No le dolía tanto, así que no estaba rota. Quizás fuera sólo un pequeño corte.
Levantó la vista. Vio dos Niokas y cuatro brazos dirigiéndose hacia su pescuezo. Entornó los ojos tratando de transformarlos en dos e interpuso sus propias manos para defenderse, pero las manos de su enemiga quedaron paralizadas a medio camino.
—Bienvenida a casa.
Daruu nunca se había alegrado tanto de escuchar la voz de Amekoro Yui. Su contrincante se había quedado pasmada, embobada, con un rictus de terror. El muchacho aprovechó aquél momento para golpear a Nioka en toda la cara con el puño cerrado, tan fuerte que le dolió. Se levantó, sacudiendo el brazo y chistando con la lengua en el paladar.
—De parte de Amedama Kiroe, hija de la gran puta. —Se volteó hacia Yui—. Déjeme salir, Arashikage-sama. No tengo ni idea de dónde está Ayame, podría estar en peligro.
»Además, tendrán que interrogar a esta. Y si me deja usted mucho tiempo con ella, le cortó la cabeza. —Sonrió con fiereza, mostrando sus dientes... que no eran tan afilados.
El golpe contra el suelo les separó. Daruu se dio un buen topetazo en la cabeza. Se tapó la cara con ambas manos y sintió una sensación caliente. Saboreó el hierro. La nariz le sangraba. No le dolía tanto, así que no estaba rota. Quizás fuera sólo un pequeño corte.
Levantó la vista. Vio dos Niokas y cuatro brazos dirigiéndose hacia su pescuezo. Entornó los ojos tratando de transformarlos en dos e interpuso sus propias manos para defenderse, pero las manos de su enemiga quedaron paralizadas a medio camino.
—Bienvenida a casa.
Daruu nunca se había alegrado tanto de escuchar la voz de Amekoro Yui. Su contrincante se había quedado pasmada, embobada, con un rictus de terror. El muchacho aprovechó aquél momento para golpear a Nioka en toda la cara con el puño cerrado, tan fuerte que le dolió. Se levantó, sacudiendo el brazo y chistando con la lengua en el paladar.
—De parte de Amedama Kiroe, hija de la gran puta. —Se volteó hacia Yui—. Déjeme salir, Arashikage-sama. No tengo ni idea de dónde está Ayame, podría estar en peligro.
»Además, tendrán que interrogar a esta. Y si me deja usted mucho tiempo con ella, le cortó la cabeza. —Sonrió con fiereza, mostrando sus dientes... que no eran tan afilados.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)