19/11/2015, 12:43
(Última modificación: 19/11/2015, 12:45 por Sasaki Reiji.)
La verdad es que a Reiji le importaba bien poco lo que pensaran de él. No cambio en nada su expresión cuando Daruu le miro con cara de pocos amigos, y mucho menos cuando Ayame le contesto como si la hubiese ofendido. No había ido hasta aquel lugar para hacer amigos, había ido a recuperar su preciada gabardina, y si alguien se sentía molesto por el comportamiento que el muchacho presentaba, a él le importaba bien poco.
—¿Que voy a saber yo que es lo que te motiva hacer las cosas, acaso sabes tu si no he sido yo? y en ese caso, ¿por que iba a querer yo robaos la bandana? ¿por que me han pagado para ello?¿por que me aburría en mi casa? Yo personalmente os conozco a ninguno, no se nada, así que tampoco se si sois ladrones o no, mas por el momento todo a punta a que ninguno de vosotros sois los artífices de este malévolo plan
—De hecho, creía que todo tenía que ver con alguna excursión extraña, o un entrenamiento, o alguna cosa rara que tenía planeado mi madre. Pero ahora que estáis aquí vosotros dos con el mismo problema, no creo que sólo tenga que ver conmigo.
—No lo sé... A decir verdad, he visto la nota nada más despertarme y he venido directa aquí. No he llegado a cruzarme con mi familia...Pero no lo entiendo, ¿por qué iba a ser un juego de nuestras familias? Aunque tú y yo somos vecinos, Daruu-san, por mi parte apenas conozco a la familia de...
—Ni siquiera se quien es mi familia...
Reiji dijo aquello en un tono de voz extremadamente bajo, prácticamente para si mismo, mientras pensaba en por que su madre o su padre querrían quitarle la bandana. La verdad es que siempre se levantaban y se marchaban mucho antes que él, y cuando le necesitaban en la joyeria le dejaban una nota, así que para el joven pelirrojo había sido un día normal y corriente excepto por el hecho de que había desaparecido su gabardina y estaba allí para recuperarla, en medio del absurdo juego de alguien.
—¡Cuidado!
Aquello interrumpió los pensamientos pensamientos del joven. Una enorme ave blanca paso rozando el pelo de Daruu, y después alzo el vuelo para evitar a Ayame y a él. Reiji se encontraba ya con el cuerpo en tensión desde el momento en el que había entrado y la advertencia de Ayame le hizo dar un paso atrás. Al final, aquel ave de tamaño antinatural se poso en una rama cercana.
—¡Mirad! ¡Entre sus patas!
—Bien, terminemos rápido con este absurdo juego en el que nos hemos visto envueltos, señorita, me haría el favor de dejarme un poco de espacio, sera tan solo un momento
Reiji haría una rápida serie de sellos, el ultimo irreconocible para sus dos acompañantes y luego estiraría sus brazos como si sostuviese un arco, mientras este se formaba de un hermoso cristal del color de la luna, y una flecha aparecía ya colocada y lista para disparar. No dudaría ni un solo segundo en apuntar en la dirección del ave y disparar, no apuntando a sus órganos vitales, si no a sus patas, aquel animal tampoco tenia la culpa, si no aquel que lo utilizaba, y Reiji pretendía que soltara el papel, aunque tal vez aquel no era el mejor método.
—¿Que voy a saber yo que es lo que te motiva hacer las cosas, acaso sabes tu si no he sido yo? y en ese caso, ¿por que iba a querer yo robaos la bandana? ¿por que me han pagado para ello?¿por que me aburría en mi casa? Yo personalmente os conozco a ninguno, no se nada, así que tampoco se si sois ladrones o no, mas por el momento todo a punta a que ninguno de vosotros sois los artífices de este malévolo plan
—De hecho, creía que todo tenía que ver con alguna excursión extraña, o un entrenamiento, o alguna cosa rara que tenía planeado mi madre. Pero ahora que estáis aquí vosotros dos con el mismo problema, no creo que sólo tenga que ver conmigo.
—No lo sé... A decir verdad, he visto la nota nada más despertarme y he venido directa aquí. No he llegado a cruzarme con mi familia...Pero no lo entiendo, ¿por qué iba a ser un juego de nuestras familias? Aunque tú y yo somos vecinos, Daruu-san, por mi parte apenas conozco a la familia de...
—Ni siquiera se quien es mi familia...
Reiji dijo aquello en un tono de voz extremadamente bajo, prácticamente para si mismo, mientras pensaba en por que su madre o su padre querrían quitarle la bandana. La verdad es que siempre se levantaban y se marchaban mucho antes que él, y cuando le necesitaban en la joyeria le dejaban una nota, así que para el joven pelirrojo había sido un día normal y corriente excepto por el hecho de que había desaparecido su gabardina y estaba allí para recuperarla, en medio del absurdo juego de alguien.
—¡Cuidado!
Aquello interrumpió los pensamientos pensamientos del joven. Una enorme ave blanca paso rozando el pelo de Daruu, y después alzo el vuelo para evitar a Ayame y a él. Reiji se encontraba ya con el cuerpo en tensión desde el momento en el que había entrado y la advertencia de Ayame le hizo dar un paso atrás. Al final, aquel ave de tamaño antinatural se poso en una rama cercana.
—¡Mirad! ¡Entre sus patas!
—Bien, terminemos rápido con este absurdo juego en el que nos hemos visto envueltos, señorita, me haría el favor de dejarme un poco de espacio, sera tan solo un momento
Reiji haría una rápida serie de sellos, el ultimo irreconocible para sus dos acompañantes y luego estiraría sus brazos como si sostuviese un arco, mientras este se formaba de un hermoso cristal del color de la luna, y una flecha aparecía ya colocada y lista para disparar. No dudaría ni un solo segundo en apuntar en la dirección del ave y disparar, no apuntando a sus órganos vitales, si no a sus patas, aquel animal tampoco tenia la culpa, si no aquel que lo utilizaba, y Reiji pretendía que soltara el papel, aunque tal vez aquel no era el mejor método.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)