27/08/2019, 19:00
El rostro de Hanabi se puso más blanco a cada palabra, hasta que Datsue resolvió la tensión y pareció desinflarse como un globo de color amarillo. Se separó de él, y le tomó de los hombros, y siguió escuchando, y volvió a ponerse pálido.
—Solo tuve que clavarme una espada en el pecho, y a partir de ahí fue coser y cantar. ¡Coser y cantar, le digo!
—¿Di... dijiste algo de una copa?
El mismísimo Uzukage hizo acto de presencia en el bar de copas de Takeshi-san. Takeshi-san era el dueño, claro: un hombre gordinflón que presumía de estar emparentado con el segundo Uzukage. Pero no estaba gordo porque su linaje fuera Akimichi. Simplemente estaba gordo y... bueno. Hay gente a la que le gusta inflar su propia reputación.
¿¡Pero ahora!? ¿¡AHORA!? ¡Oh, jo, jo! ¡Ahora tenía la vida hecha! ¡Ahora el bar se llenaría de gente a todas horas! ¡El mismísimo Hanabi-sama! ¡Sólo tenía que tomar su vieja cámara de fotos, acercarse a esos dos y...!
—Ahora no, por favor —suplicó el Uzukage mostrándole la mano y sin siquiera dirigirle la palabra.
Y ahí se quedó él. Pasmado. En medio del establecimiento. Con la cámara de fotos en la mano.
Hanabi bebió otro sorbo del Lengua de Fuego, un combinado con unos muy bonitos colores naranja y rosado y otros muy buenos grados de alcohol.
—Entonces... ¿la Hoja de Shiomaru? ¿Te hicieron pasar por eso...? ¡Pero cómo pueden! ¡Cómo pueden!
—Solo tuve que clavarme una espada en el pecho, y a partir de ahí fue coser y cantar. ¡Coser y cantar, le digo!
—¿Di... dijiste algo de una copa?
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El mismísimo Uzukage hizo acto de presencia en el bar de copas de Takeshi-san. Takeshi-san era el dueño, claro: un hombre gordinflón que presumía de estar emparentado con el segundo Uzukage. Pero no estaba gordo porque su linaje fuera Akimichi. Simplemente estaba gordo y... bueno. Hay gente a la que le gusta inflar su propia reputación.
¿¡Pero ahora!? ¿¡AHORA!? ¡Oh, jo, jo! ¡Ahora tenía la vida hecha! ¡Ahora el bar se llenaría de gente a todas horas! ¡El mismísimo Hanabi-sama! ¡Sólo tenía que tomar su vieja cámara de fotos, acercarse a esos dos y...!
—Ahora no, por favor —suplicó el Uzukage mostrándole la mano y sin siquiera dirigirle la palabra.
Y ahí se quedó él. Pasmado. En medio del establecimiento. Con la cámara de fotos en la mano.
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Hanabi bebió otro sorbo del Lengua de Fuego, un combinado con unos muy bonitos colores naranja y rosado y otros muy buenos grados de alcohol.
—Entonces... ¿la Hoja de Shiomaru? ¿Te hicieron pasar por eso...? ¡Pero cómo pueden! ¡Cómo pueden!
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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