30/08/2019, 10:39
—Lo sé. Ya tomaste la decisión de dejarla fuera de esto en el momento en que decidiste pedir el beneplácito de Yui-sama, eso me queda muy claro —respondió Shanise, a la negativa de Daruu de usar a su propia madre como cebo—. Pero no deja de ser cierto eso que dices, Daruu-kun, de que Kiroe-chan es y será siempre el mayor incentivo para Nakura Naia. El más crudo. El más real. debe ser tu madre, o al menos su apariencia; la que toque a la puerta. Llamando al intercambio —Y allí entraba en juego la idea formulada de Ayame—. Después de todo, Nioka es ahora una ficha que podemos usar a nuestro favor como moneda de cambio, o como una excelente carnada. Una que tiene sentido si fabricamos en el tablero la coartada de que sólo Kiroe, y más nadie que Kiroe, está detrás de todo lo sucedido. De que ella también busca vengarse del dolor causado a su único hijo.
Los ojos de la mano derecha de la Arashikage se posaron entonces sobre ella, más duros y con la tormenta refulgiendo en aquellos iris distorsionados por el holograma que formaba la técnica.
—A nadie le hace gracia tener que hacer sacrificios, pero tarde o temprano a todos nos llega el momento de dar un paso adelante. ¿No queréis arriesgar la vida de un impostor? Pues que sea la persona que más conoce a Amedama Kiroe en éste mundo quien la interprete él mismo.
Y Ayame sintió que el alma se le caía a los pies. Ella misma había planteado la idea de usar un cebo falso para atraer la atención de Naia, pero... ¿Daruu? ¿Enfrentándose a Nakura Naia él sólo de nuevo como ocurrió tanto tiempo atrás? No... ¡No podía permitirlo!
A todos nos llega la hora de dar un paso adelante por nuestros seres queridos, y en aquella ocasión fue Ayame la que se levantó de golpe, con el cuerpo rígido como una estatua de mármol y el brazo cruzado frente al pecho en un respetuoso saludo militar.
—¡Shanise-senpai! ¡Solicito permiso para intercambiar los papeles! —exclamó, con una determinación que nunca antes había sentido. También tenía miedo, ¡por supuesto que lo tenía! Pero no iba a dejar que su amado arriesgada la vida de aquella manera. Ya lo había dicho antes, y era algo que tenía decidido desde aquel día en el hospital, cuando le robó a su hermano el Libro Bingo para ir a buscarla por su cuenta—. Piénselo detenidamente: Si llegado el caso, alguien tuviera que enfrentarse a Naia en solitario sería mejor que fuese yo. Yo tengo un mejor dominio de las Artes Ilusorias y siendo una mujer confío en que no caeré en sus técnicas de seducción. Por otra parte, como Hozuki que soy, enfrentarme yo sola a Shannako, que es especialista en Raiton, tendría demasiadas probabilidades de fracasar —miró a Daruu de reojo—. Por favor, Kiroe es como una madre para mí. Dejad que sea yo quien ocupe su papel.
Los ojos de la mano derecha de la Arashikage se posaron entonces sobre ella, más duros y con la tormenta refulgiendo en aquellos iris distorsionados por el holograma que formaba la técnica.
—A nadie le hace gracia tener que hacer sacrificios, pero tarde o temprano a todos nos llega el momento de dar un paso adelante. ¿No queréis arriesgar la vida de un impostor? Pues que sea la persona que más conoce a Amedama Kiroe en éste mundo quien la interprete él mismo.
Y Ayame sintió que el alma se le caía a los pies. Ella misma había planteado la idea de usar un cebo falso para atraer la atención de Naia, pero... ¿Daruu? ¿Enfrentándose a Nakura Naia él sólo de nuevo como ocurrió tanto tiempo atrás? No... ¡No podía permitirlo!
A todos nos llega la hora de dar un paso adelante por nuestros seres queridos, y en aquella ocasión fue Ayame la que se levantó de golpe, con el cuerpo rígido como una estatua de mármol y el brazo cruzado frente al pecho en un respetuoso saludo militar.
—¡Shanise-senpai! ¡Solicito permiso para intercambiar los papeles! —exclamó, con una determinación que nunca antes había sentido. También tenía miedo, ¡por supuesto que lo tenía! Pero no iba a dejar que su amado arriesgada la vida de aquella manera. Ya lo había dicho antes, y era algo que tenía decidido desde aquel día en el hospital, cuando le robó a su hermano el Libro Bingo para ir a buscarla por su cuenta—. Piénselo detenidamente: Si llegado el caso, alguien tuviera que enfrentarse a Naia en solitario sería mejor que fuese yo. Yo tengo un mejor dominio de las Artes Ilusorias y siendo una mujer confío en que no caeré en sus técnicas de seducción. Por otra parte, como Hozuki que soy, enfrentarme yo sola a Shannako, que es especialista en Raiton, tendría demasiadas probabilidades de fracasar —miró a Daruu de reojo—. Por favor, Kiroe es como una madre para mí. Dejad que sea yo quien ocupe su papel.