2/09/2019, 19:47
—Depende de cuánto pueda mantener la mentira —respondió Daruu a la pregunta de Shanise—. Y de cuántas sean las ansias de sangre de Naia. Conociéndola, se deleitará un poco con Kiroe. Y si me descubren, supongo que también el shock le hará perder algo de tiempo conmigo. Y desde luego no pienso dejarme matar fácilmente. Disponemos de algunos recursos. Ayame y yo somos capaces de invocarnos el uno al otro. Y si nos prestamos algo marcado con nuestra sangre, podremos movernos también de la posición del uno a la del otro. Quizás nos vendría bien que nos prestaran unos comunicadores. Ambos tenemos el pelo largo, si podemos ocultarlos un tiempo podremos seguir la situación del otro en tiempo real.
—Yo ya tengo un comunicador —señaló Ayame, genuinamente sorprendida de que su compañero aún no se hubiese hecho con uno de aquellos útiles utensilios.
—Aunque ahora que lo pienso, quizás sea peor —se corrigió entonces—. Si me descubren el comunicador, sabrán que hay otra persona... No. Mejor no. —Se acarició la barbilla, pensativo—. ¿Y qué hay de utilizar un Kage Bunshin? Podría infiltrarme con Ayame mientras engañamos a Naia con él. Habría, quizás, menos riesgo, a no ser que maten al Kage Bunshin, claro. Pero en ese caso también sería mejor que muriese él que lo hiciera yo.
Pero Ayame sacudió la cabeza inmediatamente.
—No —negó ella—. Un Kage Bunshin consume mucha energía de tus reservas de chakra, y puede que tú la necesites en algún momento. Con Naia nunca se sabe lo que puede llegar a pasar. Iré yo sola... —añadió, apartando la mirada.
Ayame nunca admitiría en voz alta los orgullosos motivos que respaldaban aquella decisión, más allá de la del gasto de chakra que suponía una técnica como era la Replicación de Sombras. Después de tanta discusión por ver quién hacía de cebo, y ahora Daruu se ofrecía a acompañarla de la manita con un clon. ¡Era impensable!
—Yo ya tengo un comunicador —señaló Ayame, genuinamente sorprendida de que su compañero aún no se hubiese hecho con uno de aquellos útiles utensilios.
—Aunque ahora que lo pienso, quizás sea peor —se corrigió entonces—. Si me descubren el comunicador, sabrán que hay otra persona... No. Mejor no. —Se acarició la barbilla, pensativo—. ¿Y qué hay de utilizar un Kage Bunshin? Podría infiltrarme con Ayame mientras engañamos a Naia con él. Habría, quizás, menos riesgo, a no ser que maten al Kage Bunshin, claro. Pero en ese caso también sería mejor que muriese él que lo hiciera yo.
Pero Ayame sacudió la cabeza inmediatamente.
—No —negó ella—. Un Kage Bunshin consume mucha energía de tus reservas de chakra, y puede que tú la necesites en algún momento. Con Naia nunca se sabe lo que puede llegar a pasar. Iré yo sola... —añadió, apartando la mirada.
Ayame nunca admitiría en voz alta los orgullosos motivos que respaldaban aquella decisión, más allá de la del gasto de chakra que suponía una técnica como era la Replicación de Sombras. Después de tanta discusión por ver quién hacía de cebo, y ahora Daruu se ofrecía a acompañarla de la manita con un clon. ¡Era impensable!