5/09/2019, 19:02
(Última modificación: 6/10/2019, 18:41 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
«¡JIA, JIA, JIA! ¿Es eso lo que quieres, Hijo? ¿Emborracharte, drogarte? ¡Adelante, hazlo! ¡Con suerte acabas como Akame, eh? ¿¡EH!? ¡Al menos sería más divertido si no estuvieras atado a la villa! ¡Podríamos divertirnos, sí! ¡Patear culos! ¡Quemar cabrones! ¡¡LLEVAR LA PUTA GUERRA A LAS PUERTAS DE MI HERMANO KURAMA!! ¡Sería divertido! ¿¡EH!? ¿¡EH!? ¡Y cuando tengas el mono, podría aprovechar para reventar el cascarón y salir a dar una vueltecita! ¡JIA, JIA, JIA! Aunque estaba empezando a cogerte cariño, hace tiempo que no haces nada divertido. ¡ENTRETENME, INTRÉPIDO! ¡JIA, JIA, JIA!»
Totalmente ajeno a los gritos impertinentes de Shukaku en su cabeza, Hanabi sonrió. De pronto, Datsue volvió a sentir aquella pequeña angustia en el centro del pecho. Los vasos de las bebidas comenzaron a temblar.
—Oh, me encantaría —dijo. El falso terremoto provocado por su chakra cesó—. Además, el Consejo te ha puesto el corazón a prueba. Pero yo... amigo, yo aún tengo que poner a prueba tu fuerza de verdad. No obstante, me temo —explicó, reclinándose en el asiento—, me temo, querido Datsue, que si tú y yo peleáramos al nivel que deseo ahora mismo, la Villa estaría en peligro.
«Uuuuuhh... ¡TE LO ESTÁ PIDIENDO, HIJO MÍO! ¡Te está pidiendo que le partas el ojete en cuatro! ¡¡VAAAMOS JODER, QUE ME ABURRO!! ¡MÉTELE UNA PALIZA! ¡REVIENTA TODO, JIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAJIA!»
—Además, antes tengo que... pedirte algo. Una misión. Algo secreto —Le guiñó un ojo—. ¿Me harías el favor de reunirte el Tsuchiyoubi que viene, temprano, a la salida de la villa, con un viejo amigo? Es un hombre alto, canoso, con los ojos azules. Se llama Bina. Saru Bina.