6/09/2019, 00:37
Como si hubiera visto un fantasma, Daruu apenas reaccionó cuando Ayame estuvo a punto de chocar contra él tras abrir la puerta del baño. Tras un breve recibimiento frío, Daruu la recompensó con un más breve y más frío beso en los labios. Esbozó una sonrisa tímida y se abrió paso delicadamente para entrar al baño y asearse también. Salió, desayunó con Ayame y se vistió. Se colocó frente a la ventana, la abrió de par en par y se mordió el dedo pulgar.
Suspiró.
—¡¡Yuki-nyan a su servicio, nyapitán!! —exclamó un pequeño gatito blanco que se apoyaba en el alféizar de la ventana—. ¡Uy! ¿Pero qué son nyesas caras? ¿Anyame...?
—Capitán no tiene ninguna letra que puedas confundir con... meh, da igual —replicó Daruu cansinamente—. Escucha, estamos en Shinogi-to. Nos tenemos que enfrentar a las Náyades...
—Nyo nyo nyo nyo nyo nyo. ¡Las de los nyojos nyo!
—¡Sí, las de los nyo...! —Daruu chasqueó la lengua, fastidiado—. ¡Las de los ojos sí! Yuki, por favor, escúchame, y escúchame bien. Tienes que encontrar un lugar amplio donde se pueda combatir. Un lugar lejos de Palacio, al que los guardias tengan difícil acceso. Un lugar donde ellas se atreverían a seguirme.
—¿¡Pero por qué querrías nyacer eso!? —chilló el minino.
—¡Yuki, por favor! —Daruu se acercó y le cogió la cara con ambas manos—. Por favor. Házlo. Estaré bien —susurró—. Me ayudará el jefe, si lo necesito. ¿Vale?
Yuki bajó la mirada, triste. Miró una vez más a Ayame, se dio la vuelta en silencio y saltó hacia las calles de Shinogi-to.
—Ayame —llamó Daruu, dándose la vuelta—. Necesito que me prestes una cosa, ¿quieres? —Se acercó y le comentó algo en voz baja.
1 AO
Suspiró.
¡Puf
—¡¡Yuki-nyan a su servicio, nyapitán!! —exclamó un pequeño gatito blanco que se apoyaba en el alféizar de la ventana—. ¡Uy! ¿Pero qué son nyesas caras? ¿Anyame...?
—Capitán no tiene ninguna letra que puedas confundir con... meh, da igual —replicó Daruu cansinamente—. Escucha, estamos en Shinogi-to. Nos tenemos que enfrentar a las Náyades...
—Nyo nyo nyo nyo nyo nyo. ¡Las de los nyojos nyo!
—¡Sí, las de los nyo...! —Daruu chasqueó la lengua, fastidiado—. ¡Las de los ojos sí! Yuki, por favor, escúchame, y escúchame bien. Tienes que encontrar un lugar amplio donde se pueda combatir. Un lugar lejos de Palacio, al que los guardias tengan difícil acceso. Un lugar donde ellas se atreverían a seguirme.
—¿¡Pero por qué querrías nyacer eso!? —chilló el minino.
—¡Yuki, por favor! —Daruu se acercó y le cogió la cara con ambas manos—. Por favor. Házlo. Estaré bien —susurró—. Me ayudará el jefe, si lo necesito. ¿Vale?
Yuki bajó la mirada, triste. Miró una vez más a Ayame, se dio la vuelta en silencio y saltó hacia las calles de Shinogi-to.
—Ayame —llamó Daruu, dándose la vuelta—. Necesito que me prestes una cosa, ¿quieres? —Se acercó y le comentó algo en voz baja.
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![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)