6/09/2019, 00:42
Ayame asistió al intercambio entre Daruu y Yuki con desapasionado interés, mientras mojaba las galletas en la leche y se las llevaba a la boca. Intentó sonreír al felino cuando este se dirigió a ella, pero no consiguió reunir las fuerzas para ello y sólo consiguió esbozar una extraña mueca. Para colmo, la galleta que estaba mojando se rompió y terminó cayendo en la taza, salpicándola. Con un resoplido de fastidio, la kunoichi se apresuró a limpiar el estropicio.
Y entonces Daruu se acercó a ella.
—Ayame. Necesito que me prestes una cosa, ¿quieres?
El rostro de Ayame se ensombreció cuando Daruu le susurró algo al oído. Pero terminó por lanzar un profundo suspiro y asintió:
—Ten cuidado por favor.
1 AO
Y entonces Daruu se acercó a ella.
—Ayame. Necesito que me prestes una cosa, ¿quieres?
El rostro de Ayame se ensombreció cuando Daruu le susurró algo al oído. Pero terminó por lanzar un profundo suspiro y asintió:
—Ten cuidado por favor.
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