7/09/2019, 22:38
—Yumiko es el nombre de la cadete —habló Shanise, y a Ayame le pareció percibir una suerte de tinte de sonrisa en el tono de su voz, quizás incluso de orgullo—. Estará allá a las doce del mediodía.
—Allí estaremos, Shanise-senpai —respondió Ayame, con una respetuosa inclinación de cabeza.
El holograma de la Mano Derecha de la Arashikage se desvaneció en el aire, y sólo entonces Ayame se permitió soltar el aire de los pulmones. Aunque eso no hizo que aquella presión que sentía en el pecho se desvaneciera por completo. Miró de reojo a Daruu y después apartó la mirada.
—¿Por qué...? ¿Por qué lo has hecho? Ayer parecías muy convencido...
—Allí estaremos, Shanise-senpai —respondió Ayame, con una respetuosa inclinación de cabeza.
El holograma de la Mano Derecha de la Arashikage se desvaneció en el aire, y sólo entonces Ayame se permitió soltar el aire de los pulmones. Aunque eso no hizo que aquella presión que sentía en el pecho se desvaneciera por completo. Miró de reojo a Daruu y después apartó la mirada.
—¿Por qué...? ¿Por qué lo has hecho? Ayer parecías muy convencido...