11/09/2019, 16:06
Irónicamente, Money no le parecía tan mala compañía. Aquel desparpajo suyo y esa forma de hablar a Akame le resultaban jodidamente cómicos, y por primera vez, se sentía capaz de echar una risa. Tal vez era porque, desde hacía meses, se sentía ligero como una pluma; al menos, estando sobrio. «¿Serán efectos secundarios del Fuuin?» ¿O sería, tal vez, la certeza de que en su estado actual no podría hacer frente ni a un estudiante de Academia? La tranquilidad de lo inevitable, cuando uno sabía que no había nada que pudiera hacer, no encontraba necesidad de estresarse. Así que Akame se dedicó a intentar estirarse y desentumecer los músculos lo suficiente como para poder alargar el brazo y tomar la botella de agua. Luego, trabajosamente, se incorporó y le quitó el tapón. Cuando arrimó la boquilla a sus labios las muñecas parecieron flaquearle, pero él inclinó la botella igualmente. El agua bajó por su garganta —y el cuello de su yukata, dicho sea de paso—, devolviéndole a la vida.
Un minuto después, el Uchiha arrojó la botella, vacía, al suelo.
—Muy agradecido, Money —dijo Akame, ya algo más recuperado—. ¿Pizza...? No, no. ¿No tienes... Yo qué sé, otra cosa por ahí?
Con titánico esfuerzo, el joven se incorporó totalmente hasta quedarse sentado en la cama, con la cabeza dándole vueltas.
—¿Cuánto tiempo he dormido?
Un minuto después, el Uchiha arrojó la botella, vacía, al suelo.
—Muy agradecido, Money —dijo Akame, ya algo más recuperado—. ¿Pizza...? No, no. ¿No tienes... Yo qué sé, otra cosa por ahí?
Con titánico esfuerzo, el joven se incorporó totalmente hasta quedarse sentado en la cama, con la cabeza dándole vueltas.
—¿Cuánto tiempo he dormido?