11/09/2019, 16:23
«¿¡Kaido estuvo dos semanas enteras!?» Aquello le dejó a cuadros. «Pero... ¡Eso es imposible! ¿Dos semanas sin comida ni agua, cómo demonios...?» Aquel sello del Bautizo del Dragón debía tener más propiedades de las que Akame podía averiguar, de lo contrario no habría habido persona humana que aguantase dos semanas sin nutrirse ni hidratarse, ni... «Por las tetas de Amaterasu... ¿¡Se cagaría encima!?»
La imagen del Tiburón manchándose los calzones de chocolate no fue lo más agradable de traer a la mente, sobretodo teniendo en cuenta que su estómago rugía pidiendo comida y que el hedor del queso fundido estaba empezando a darle náuseas. «Y para colmo no tienen nada "hasta que no vuelva Otohime de la compra". ¿Pero qué cojones...? Parecen un piso de estudiantes de la Universidad de Taikarune, me cago en todo.» Resignado, Akame terminó por tumbarse de nuevo con un resoplido; al menos así no se mareaba tanto. Con los ojos fijos en algún punto indeterminado del techo, pensó en cómo Money se había referido al difunto Shaneji. "Tu Presa de Sangre", le había llamado. El Uchiha se revolvió, incómodo.
—Dos días... Supongo que no está mal. Y hablando de Kaido, el muy maldito me abandonó en Baratie, a mitad del trayecto. ¿Está aquí ahora?
Porque si el Tiburón andaba por allí cerca... Tendría que tener mucho ojo. Y necesitaba recuperarse ya.
La imagen del Tiburón manchándose los calzones de chocolate no fue lo más agradable de traer a la mente, sobretodo teniendo en cuenta que su estómago rugía pidiendo comida y que el hedor del queso fundido estaba empezando a darle náuseas. «Y para colmo no tienen nada "hasta que no vuelva Otohime de la compra". ¿Pero qué cojones...? Parecen un piso de estudiantes de la Universidad de Taikarune, me cago en todo.» Resignado, Akame terminó por tumbarse de nuevo con un resoplido; al menos así no se mareaba tanto. Con los ojos fijos en algún punto indeterminado del techo, pensó en cómo Money se había referido al difunto Shaneji. "Tu Presa de Sangre", le había llamado. El Uchiha se revolvió, incómodo.
—Dos días... Supongo que no está mal. Y hablando de Kaido, el muy maldito me abandonó en Baratie, a mitad del trayecto. ¿Está aquí ahora?
Porque si el Tiburón andaba por allí cerca... Tendría que tener mucho ojo. Y necesitaba recuperarse ya.