11/09/2019, 18:03
«¡Pero bueno, qué falta de respeto es esta!», se indignó Daruu, apartándose y quedando en segundo plano mientras la superfan de Ayame se deshacía en halagos. Con cara de pocos amigos, Daruu quiso recordarle por telepatía asesina que aquella misión era de especial confidencialidad. Pareció captarlo cuando secamente arrojó encima de Ayame dos rollos de pergamino sellados y se marchó con igual celeridad.
—Un... un placer, Yumiko-san. Y gracias por venir —sonrió Ayame, y cuando perdió de vista a la muchacha, se volvió hacia Daruu—. Vamos arriba.
Daruu, que tenía cara de pocos amigos y se rascaba la nuca perplejo, respondió:
—Será lo mejor...
Ya en la seguridad de la habitación, los dos muchachos se inclinaron sobre la cama y abrieron con cuidado los rollos de pergamino, desplegándolos sobre el colchón.
—Veamos qué nos ha preparado tu fan número uno —rio Daruu, burlón.
—Un... un placer, Yumiko-san. Y gracias por venir —sonrió Ayame, y cuando perdió de vista a la muchacha, se volvió hacia Daruu—. Vamos arriba.
Daruu, que tenía cara de pocos amigos y se rascaba la nuca perplejo, respondió:
—Será lo mejor...
Ya en la seguridad de la habitación, los dos muchachos se inclinaron sobre la cama y abrieron con cuidado los rollos de pergamino, desplegándolos sobre el colchón.
—Veamos qué nos ha preparado tu fan número uno —rio Daruu, burlón.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)