11/09/2019, 22:42
Pasar página. Sí, eso estaba intentando hacer. Cosa que tan solo le estaba dando más quebraderos de cabeza. ¿A qué se refería? Bueno, esa es otra historia. Una que encajaba más en su pequeño diario.
—Y yo a usted, Hanabi-sama —dijo, sincero. A pesar de que siguiese tratándole de usted, por respeto a su cargo, él también lo veía como a un amigo. Uno de los buenos. Uno de los que no se escondían y siempre estaban ahí cuando las cosas se ponían feas—. Y yo a usted...
—¿Te gusta?
—¿Qué si me gusta? ¡Me flipa! —exclamó, maravillado.
¿Cómo demonios había conseguido Shiona sellar el fuego? «Putos Uzumaki, de verdad. Siempre un paso por delante», pensó con cierta envidia. ¿Sellar la puerta? Chulo y bonito, pero más realizable por un mortal como él.
Tras decir la contraseña —no podía ser otra que aquella— ambos accedieron a una habitación con cuatro camas, pulcramente hechas. Aparte de eso, un cuadro en la pared; y unas escaleras que seguían bajando. «¿A dónde coño llevarán?»
Hanabi, no obstante, estaba más preocupado por el cuadro.
—¡Uala! Usted… ¡de niño! —Como a esa constante figura paterna, sabia y mayor, al Uchiha le costaba imaginarse a Hanabi de niño—. Joder, ¡qué flacucho que me era! —Bueno, no había dejado de serlo, precisamente—. Y este es Yakisoba, ¿no? La hostia. Hmm, Shiona está tal y como la recordaba. —Parecía que no pasaban los años por ella. Siempre manteniéndose en la veintena—. Buah, menudo equipazo, chaval —dijo, más para sí que para Hanabi—. Santa Izanami, ¡menudo equipazo!
Sí, Datsue empezaba a emocionarse más y más a medida que se daba cuenta de la tremenda brigada que formaban aquellos cuatro. ¿Habría existido alguna vez una más poderosa y tan bien compensada? «Hmm… Quizá la formada por los tres primeros Kages, cuando se unieron para derrotar a los bijuu. Pero por los pelos, eh. ¡Por los putos pelos!»
—Por cierto, antes de que se me olvide… —miró a un lado y a otro, en busca de algo que no estaba—. ¿Y el baño?
—Y yo a usted, Hanabi-sama —dijo, sincero. A pesar de que siguiese tratándole de usted, por respeto a su cargo, él también lo veía como a un amigo. Uno de los buenos. Uno de los que no se escondían y siempre estaban ahí cuando las cosas se ponían feas—. Y yo a usted...
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—¿Te gusta?
—¿Qué si me gusta? ¡Me flipa! —exclamó, maravillado.
¿Cómo demonios había conseguido Shiona sellar el fuego? «Putos Uzumaki, de verdad. Siempre un paso por delante», pensó con cierta envidia. ¿Sellar la puerta? Chulo y bonito, pero más realizable por un mortal como él.
Tras decir la contraseña —no podía ser otra que aquella— ambos accedieron a una habitación con cuatro camas, pulcramente hechas. Aparte de eso, un cuadro en la pared; y unas escaleras que seguían bajando. «¿A dónde coño llevarán?»
Hanabi, no obstante, estaba más preocupado por el cuadro.
—¡Uala! Usted… ¡de niño! —Como a esa constante figura paterna, sabia y mayor, al Uchiha le costaba imaginarse a Hanabi de niño—. Joder, ¡qué flacucho que me era! —Bueno, no había dejado de serlo, precisamente—. Y este es Yakisoba, ¿no? La hostia. Hmm, Shiona está tal y como la recordaba. —Parecía que no pasaban los años por ella. Siempre manteniéndose en la veintena—. Buah, menudo equipazo, chaval —dijo, más para sí que para Hanabi—. Santa Izanami, ¡menudo equipazo!
Sí, Datsue empezaba a emocionarse más y más a medida que se daba cuenta de la tremenda brigada que formaban aquellos cuatro. ¿Habría existido alguna vez una más poderosa y tan bien compensada? «Hmm… Quizá la formada por los tres primeros Kages, cuando se unieron para derrotar a los bijuu. Pero por los pelos, eh. ¡Por los putos pelos!»
—Por cierto, antes de que se me olvide… —miró a un lado y a otro, en busca de algo que no estaba—. ¿Y el baño?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado