15/09/2019, 06:11
El pergamino, hecho de un papel especial para la cartografía, contenía plasmado una especie de mapa urbano de fácil lectura. Cualquiera que lo viera podía discernir que se trataba de una clara hoja de ruta de las laberínticas redes de alcantarillado de una ciudad ancestral llamada Shinogi-To. No obstante, por el tamaño y las limitaciones del papel, además del poco tiempo de preparación; el croquis fue deliberadamente sintetizado a un perímetro específico de unos quinientos metros a la redonda de el lugar de interés: el escondrijo conocido como Mal de ojo. Ya Shanise les había dicho que aquél bar, en antaño, servía para los intereses de contrabandistas que usaban rutas subterráneas para transportar mercancía sin atenerse a las requisas de la Guardia y que, por tanto, éstas debían seguir existiendo allí abajo. Pero la sugerencia de Ayame había sido muy importante para desvelar el hecho de que las alcantarillas y esos túneles de contrabando existían en perfecta comunión, y que en algún punto, acababan convergiendo entre sí.
El contenido era práctico y específico. Daruu y Ayame comprobaron que sólo alrededor de ese tugurio había por lo menos unos veinte desagües distintos, y todos serpenteaban alrededor del perímetro como dédalos incertidumbre. Lo interesante de todo aquello es que, cerca del punto en el mapa donde yacía la guarida de las Náyades, había un único acceso de alcantarillado que se unía expresamente a dos tuberías principales a las que podías acceder desde otro buen puñado infraestructuras también marcadas en el plano con los superíndice ¹, ² y ³. Los números respondían a las otras tres posibles casas de seguridad que componían la red de contrabando y que, a simple vista, cogía un gran sentido al entender que había una triangulación casi perfecta entre Mal de Ojo y los otros tres puntos de acceso.
Así pues, el mapa disponía de un muy simple y efectivo método de selección. Tanto para Shanise como para ellos era imposible discernir qué había allí en cada uno de esos tres puntos, y de cuán fácil acceso sería cada uno. Pero si todos llevaban al mismo objetivo, casi que daba igual. ¿O no?