16/09/2019, 08:21
Los minutos pasaron, tortuosamente lentos pero seguros. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Cuánto más tendría que esperar? La respuesta a aquellas dos preguntas, para su desgracia, no la conocía.
Kiroe se revolvió sobre la estatua, tratando de acomodarse. Su mente divagó inevirablemente hacia Daruu. ¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría bien? Otras dos preguntas sin respuesta.
Pero Kiroe no temió por él. Sabía que su hijo había mandado un Clon de Sombras a la guarida de aquellas víboras para sorprender a Naia y dejarle su peculiar mensaje, por lo que no podía correr un peligro real. Sin embargo le inquietaba más la situación del Daruu real. ¿Se las pasaría bien en el subterráneo? ¿Se habría encontrado ya con Shannako? Más preguntas sin respuestas.
«Ojalá hubiera aceptado ese comunicador.» Suspiró para sí. ¡ODIABA vivir en la ignorancia!
Kiroe se revolvió sobre la estatua, tratando de acomodarse. Su mente divagó inevirablemente hacia Daruu. ¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría bien? Otras dos preguntas sin respuesta.
Pero Kiroe no temió por él. Sabía que su hijo había mandado un Clon de Sombras a la guarida de aquellas víboras para sorprender a Naia y dejarle su peculiar mensaje, por lo que no podía correr un peligro real. Sin embargo le inquietaba más la situación del Daruu real. ¿Se las pasaría bien en el subterráneo? ¿Se habría encontrado ya con Shannako? Más preguntas sin respuestas.
«Ojalá hubiera aceptado ese comunicador.» Suspiró para sí. ¡ODIABA vivir en la ignorancia!