18/09/2019, 16:03
El joven se encogió de hombros antes de seguir a Money. No era el primero que le decía que aprendía rápido; al fin y al cabo, por eso estaba allí.
Cuando llegaron ante la habitación cuya puerta el negro de los oros abrió con una cautela que no pasó desapercibida a Akame, el Uchiha se asomó y escudriñó su interior. Iba recogiendo detalles y su ingenio, acostumbrado ya a ir siempre dos pasos por delante y más afilado que la katana de un samurái del Hierro, no tardó en elaborar unas cuantas hipótesis acerca del dueño de la estancia. «¿"Una historia patriótica del Agua"? ¿"La caída de Kiirigakure no Sato"? Vaya, esto sí que es interesante...» ¿Podía ofrecer aquello una perspectiva más profunda acerca de las motivaciones de ciertos miembros de Dragón Rojo? Probablemente. «Libros de nutrición y entrenamiento físico, un martillo que yo no podría levantar ni en cien años... ¿Cómo dijo que se llamaba aquel tipo forzudo, Ryu? Creo que ya tenemos el dueño de la habitación...»
Akame retrocedió un par de pasos y le clavó una mirada fulminante a Money.
—¿Quieres que le robe sus provisiones a vuestro "seguro de vida"? —inquirió, citando las palabras textuales que el propio contable había utilizado un rato antes—. ¿Tú me ves cara de gilipollas, Money?
De no estar tan débil, Akame le habría caído a golpes a aquel tipo en ese mismo momento. O le habría hipnotizado con su Sharingan para obligarle a comerse uno de aquellos libros de gruesa tapa. Pero el hambre apretaba, las fuerzas le daban apenas para mantenerse en pie, y esforzarse en que todo eso no se notara era sin duda la tarea más agotadora. De modo que el Uchiha se limitó a quedarse allí, parado y taladrando a Money con la mirada, mientras esperaba algún tipo de explicación por parte del negro.
Cuando llegaron ante la habitación cuya puerta el negro de los oros abrió con una cautela que no pasó desapercibida a Akame, el Uchiha se asomó y escudriñó su interior. Iba recogiendo detalles y su ingenio, acostumbrado ya a ir siempre dos pasos por delante y más afilado que la katana de un samurái del Hierro, no tardó en elaborar unas cuantas hipótesis acerca del dueño de la estancia. «¿"Una historia patriótica del Agua"? ¿"La caída de Kiirigakure no Sato"? Vaya, esto sí que es interesante...» ¿Podía ofrecer aquello una perspectiva más profunda acerca de las motivaciones de ciertos miembros de Dragón Rojo? Probablemente. «Libros de nutrición y entrenamiento físico, un martillo que yo no podría levantar ni en cien años... ¿Cómo dijo que se llamaba aquel tipo forzudo, Ryu? Creo que ya tenemos el dueño de la habitación...»
Akame retrocedió un par de pasos y le clavó una mirada fulminante a Money.
—¿Quieres que le robe sus provisiones a vuestro "seguro de vida"? —inquirió, citando las palabras textuales que el propio contable había utilizado un rato antes—. ¿Tú me ves cara de gilipollas, Money?
De no estar tan débil, Akame le habría caído a golpes a aquel tipo en ese mismo momento. O le habría hipnotizado con su Sharingan para obligarle a comerse uno de aquellos libros de gruesa tapa. Pero el hambre apretaba, las fuerzas le daban apenas para mantenerse en pie, y esforzarse en que todo eso no se notara era sin duda la tarea más agotadora. De modo que el Uchiha se limitó a quedarse allí, parado y taladrando a Money con la mirada, mientras esperaba algún tipo de explicación por parte del negro.