19/09/2019, 20:36
Pero Naia le devolvió una sonrisa cargada de venenoso encanto.
—Ah, eso. No es nada personal, cielo; son solo negocios. Aunque admito que arrancarle los ojos a tu mocoso resultó ser una experiencia muy placentera —replicó, dirigiéndole una mirada burlona que Kiroe sostuvo en silencio, con el ceño fruncido y los ojos ligeramente entrecerrados—. Como lo será también cuando te mate de una vez por todas. Y contigo no se acaba la historia. Mi venganza irá más allá. Serás la primera pieza de un efecto dominó, Kiroe, y tanto Daruu como Zetsuo seréis los siguientes en ganaros un boleto en primera clase hacia las tierras del Yomi. Sólo entonces todo habrá valido la pena. Sólo entonces...
«Hija de puta...» Maldecía Ayame para sus adentros. «Oh, me pregunto cuál sería tu reacción si supieras quién soy en realidad... Será delicioso ver la decepción en tu cara de muñeca de porcelana.»
Pero Kiroe volvió a inspirar lentamente. Sus entrañas seguían hirviendo de rabia, pero no dejó que sus provocaciones la alteraran más de lo que ya estaba. Mantener aquel disfraz le garantizaba un tiempo valiosísimo, y no pensaba echarlo a perder con bravatas infantiles. Su padre la había entrenado en ello, su hermano la ayudaba a aprender a mantenerse fría; tenía que seguir aferrándose a ellos y alzarse con la victoria. Su vida, y la vida de sus seres queridos dependía de ello. Y, en su fuero externo, Kiroe volvió a esbozar una sonrisa traviesa.
—Oh, eso está por ver, cielo. Primero tendrás que pasar por encima de mí. Y no voy a dejar que me pongas un dedo encima.
—Ah, eso. No es nada personal, cielo; son solo negocios. Aunque admito que arrancarle los ojos a tu mocoso resultó ser una experiencia muy placentera —replicó, dirigiéndole una mirada burlona que Kiroe sostuvo en silencio, con el ceño fruncido y los ojos ligeramente entrecerrados—. Como lo será también cuando te mate de una vez por todas. Y contigo no se acaba la historia. Mi venganza irá más allá. Serás la primera pieza de un efecto dominó, Kiroe, y tanto Daruu como Zetsuo seréis los siguientes en ganaros un boleto en primera clase hacia las tierras del Yomi. Sólo entonces todo habrá valido la pena. Sólo entonces...
«Hija de puta...» Maldecía Ayame para sus adentros. «Oh, me pregunto cuál sería tu reacción si supieras quién soy en realidad... Será delicioso ver la decepción en tu cara de muñeca de porcelana.»
Pero Kiroe volvió a inspirar lentamente. Sus entrañas seguían hirviendo de rabia, pero no dejó que sus provocaciones la alteraran más de lo que ya estaba. Mantener aquel disfraz le garantizaba un tiempo valiosísimo, y no pensaba echarlo a perder con bravatas infantiles. Su padre la había entrenado en ello, su hermano la ayudaba a aprender a mantenerse fría; tenía que seguir aferrándose a ellos y alzarse con la victoria. Su vida, y la vida de sus seres queridos dependía de ello. Y, en su fuero externo, Kiroe volvió a esbozar una sonrisa traviesa.
—Oh, eso está por ver, cielo. Primero tendrás que pasar por encima de mí. Y no voy a dejar que me pongas un dedo encima.