22/09/2019, 18:45
Zaide entornó los ojos, con Akame entre ceja y ceja.
—Quién dijo que fuese un chiste, ¿huh? —Sonrió, pero fue una sonrisa forzada, agria. Su plan acababa de irse a la mierda e iba a tenerlo muy difícil para reconducirlo. Vio a Money levantarse con el rabillo del ojo, mientras Akame le preguntaba por Otohime—Tsch, tsch, tsch… Tú te quedas sentado y de espaldas, Money. O hago estallar ese sello explosivo de clase B que te acabo de poner. ¿Me captas, blothel?
No podía permitirse enfrentarse a dos rivales en aquel momento. Pero, si lo mataba, su plan definitivamente se iría al traste. Conocía el funcionamiento del sello maldito que usaban en Sekiryū, y en el momento en que segase su vida, el resto de Ryūtōs lo sabrían. Eso incluía a Ryū.
Money se quedó paralizado, a medio camino de levantarse, en una extraña posición en la que parecía estar cagando. ¿Cuándo? ¿Dónde? Su mente repasó lo sucedido: ninguno de los dos se había tocado. Salvo cuando…
Cuando Otohime —bueno, Zaide— le había empujado para sacarle del alcance del monstruo creado por Akame. Empujado por el cuello, ahora que lo pensaba. Un sitio extraño por el que empujarte. Muy…
—Oh, mielda…
Con el corazón a mil por hora y la adrenalina recorriéndole las venas, no lo había sentido. Pero ahora… ¡Ahora notaba algo pegado al cuello! Se llevó una mano hacia ahí y, efectivamente, sintió el tacto de un papelito rectangular.
Sus labios se volvieron de un azul pálido, y empezó a sudar a chorros. ¿Qué debía hacer? Nada que provocase a Zaide activar el sello, eso por descontado. Pero no debería quedarse ahí. ¿Un Sunshin no Jutsu? Alejarse cuanto antes del rango del Fuda: Kassei-ka parecía buen plan, aunque quizá los típicos diez metros no fuesen suficientes. Había oído que Zaide era bueno con el Shurikenjutsu.
Observó que Money todavía permanecía inmóvil. Aquel cabrón estaba dudando.
—Money, mientras Akame y yo intercambiamos aquí unas palabras, quiero que pienses en una cosa. Piensa en ese sello explosivo que tienes en la yugular, y en la cuenta atrás que le he puesto al colocarlo. Piensa que probablemente sea el único en kilómetros a la redonda que conoce la técnica Fuda: Kai. Piensa en eso mientras tu amigo intenta acabar con la vida de la única persona que puede salvar la tuya.
»Y ahora siéntate, y deja de darme por culo.
Money se sentó más rápido que si hubiese visto una pepita de oro tirada en el suelo.
—Por dónde íbamos, ¿huh? Ah, sí. Otohime. Está bien, viva. Enterrada en una playa, amordazada pero con la cabeza fuera, para que pueda respirar. No queremos que le pase nada malo, ¿huh? —Luego frunció el ceño. Ahora que lo recordaba…—. Muy cerca de la orilla, eso sí. Uff… y la marea estaba subiendo la última vez que miré. Mala cosa, ¿huh?
»Bueno, ¿cómo quieres resolver esto, ninja del Remolino? Bueno, exninja, por lo que veo.
—Quién dijo que fuese un chiste, ¿huh? —Sonrió, pero fue una sonrisa forzada, agria. Su plan acababa de irse a la mierda e iba a tenerlo muy difícil para reconducirlo. Vio a Money levantarse con el rabillo del ojo, mientras Akame le preguntaba por Otohime—Tsch, tsch, tsch… Tú te quedas sentado y de espaldas, Money. O hago estallar ese sello explosivo de clase B que te acabo de poner. ¿Me captas, blothel?
No podía permitirse enfrentarse a dos rivales en aquel momento. Pero, si lo mataba, su plan definitivamente se iría al traste. Conocía el funcionamiento del sello maldito que usaban en Sekiryū, y en el momento en que segase su vida, el resto de Ryūtōs lo sabrían. Eso incluía a Ryū.
Money se quedó paralizado, a medio camino de levantarse, en una extraña posición en la que parecía estar cagando. ¿Cuándo? ¿Dónde? Su mente repasó lo sucedido: ninguno de los dos se había tocado. Salvo cuando…
Cuando Otohime —bueno, Zaide— le había empujado para sacarle del alcance del monstruo creado por Akame. Empujado por el cuello, ahora que lo pensaba. Un sitio extraño por el que empujarte. Muy…
—Oh, mielda…
Con el corazón a mil por hora y la adrenalina recorriéndole las venas, no lo había sentido. Pero ahora… ¡Ahora notaba algo pegado al cuello! Se llevó una mano hacia ahí y, efectivamente, sintió el tacto de un papelito rectangular.
Sus labios se volvieron de un azul pálido, y empezó a sudar a chorros. ¿Qué debía hacer? Nada que provocase a Zaide activar el sello, eso por descontado. Pero no debería quedarse ahí. ¿Un Sunshin no Jutsu? Alejarse cuanto antes del rango del Fuda: Kassei-ka parecía buen plan, aunque quizá los típicos diez metros no fuesen suficientes. Había oído que Zaide era bueno con el Shurikenjutsu.
Observó que Money todavía permanecía inmóvil. Aquel cabrón estaba dudando.
—Money, mientras Akame y yo intercambiamos aquí unas palabras, quiero que pienses en una cosa. Piensa en ese sello explosivo que tienes en la yugular, y en la cuenta atrás que le he puesto al colocarlo. Piensa que probablemente sea el único en kilómetros a la redonda que conoce la técnica Fuda: Kai. Piensa en eso mientras tu amigo intenta acabar con la vida de la única persona que puede salvar la tuya.
»Y ahora siéntate, y deja de darme por culo.
Money se sentó más rápido que si hubiese visto una pepita de oro tirada en el suelo.
—Por dónde íbamos, ¿huh? Ah, sí. Otohime. Está bien, viva. Enterrada en una playa, amordazada pero con la cabeza fuera, para que pueda respirar. No queremos que le pase nada malo, ¿huh? —Luego frunció el ceño. Ahora que lo recordaba…—. Muy cerca de la orilla, eso sí. Uff… y la marea estaba subiendo la última vez que miré. Mala cosa, ¿huh?
»Bueno, ¿cómo quieres resolver esto, ninja del Remolino? Bueno, exninja, por lo que veo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado