30/09/2019, 12:26
(Última modificación: 30/09/2019, 20:03 por Amedama Daruu. Editado 2 veces en total.)
Los dos gatos trataron de flanquear a Shannako y arañarla. Sólo uno de ellos sería el real... ¿o no? La realidad era que ninguno de los dos había sido el real. Todo una estratagema. Retirándose la Náyade, los felinos chocaron el uno contra el otro, liberando otro estallido de humo azul. Fue entonces cuando Daruu pensaba aprovechar para realizar unos ráudos sellos con su mano izquierda y sólo su mano izquierda. Pero fueron cortados a mitad. Una nube de cenizas le hizo taparse los ojos y toser, y tras oír un funesto chasquido, todo su mundo se volvió fuego y dolor. El muchacho salió despedido hacia atrás, chocando contra el Naiyoru real, que se había escondido en verdad detrás de la nube de humo original. Ambos rodaron por el suelo.
Daruu hizo lo posible por levantarse, sabiéndose con la piel dolorida por una técnica que nunca había visto.
—Ja... ja... Eres rápida, ¿eh? —balbuceó—. ¿Pero has visto el estado en el que está tu jefa? Está acabada. Y tú también, aunque te creas invencible. Estáis todas muertas desde que decidisteis traicionar a Amegakure. Estáis todas muertas desde que decidisteis destruir a mi familia. Estáis... muertas.
—¡Joven señor! ¿¡Está bien!?
—He estado mejor, pero sí. Naiyoru. Acabemos con esto de una vez —El muchacho se remangó la manga izquierda de la chaqueta y desplegó al completo su espada oculta, dejándola colgando del hilo que unía a su guantelete. Naiyoru interpretó inmediatamente el gesto. Asió la katana por el mango con la boca, blandiéndola como lo haría un espadachín.
Daruu se afanó entonces, con gran destreza, terminando en un suspiro una serie de sellos manuales. El animal trotó justo después hacia adelante, saltó, y trató de cortarle la cabeza a Shannako con el filo del arma. Evidentemente, Daruu no esperaba que la mujer recibiera el tajo tan tranquilamente, de modo que lo que vino después fue otro animal. Un animal marino.
Un enorme tiburón de agua que pretendía hundir sus colmillos en la Náyade, devorando a la presa de Daruu.
Daruu hizo lo posible por levantarse, sabiéndose con la piel dolorida por una técnica que nunca había visto.
—Ja... ja... Eres rápida, ¿eh? —balbuceó—. ¿Pero has visto el estado en el que está tu jefa? Está acabada. Y tú también, aunque te creas invencible. Estáis todas muertas desde que decidisteis traicionar a Amegakure. Estáis todas muertas desde que decidisteis destruir a mi familia. Estáis... muertas.
—¡Joven señor! ¿¡Está bien!?
—He estado mejor, pero sí. Naiyoru. Acabemos con esto de una vez —El muchacho se remangó la manga izquierda de la chaqueta y desplegó al completo su espada oculta, dejándola colgando del hilo que unía a su guantelete. Naiyoru interpretó inmediatamente el gesto. Asió la katana por el mango con la boca, blandiéndola como lo haría un espadachín.
Daruu se afanó entonces, con gran destreza, terminando en un suspiro una serie de sellos manuales. El animal trotó justo después hacia adelante, saltó, y trató de cortarle la cabeza a Shannako con el filo del arma. Evidentemente, Daruu no esperaba que la mujer recibiera el tajo tan tranquilamente, de modo que lo que vino después fue otro animal. Un animal marino.
Un enorme tiburón de agua que pretendía hundir sus colmillos en la Náyade, devorando a la presa de Daruu.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)