30/09/2019, 15:58
(Última modificación: 30/09/2019, 15:58 por Taka Kisame.)
Por unos segundos el corazón se le aceleró con mucha fuerza. Estaba a punto de decir el nombre de su técnica pero en el último momento se calmó todo. No podía sentirse seguro así que llamó a su mapache para que se pusiera debajo de sus piernas y pensó que, una medida de contención frente a un simple animal salvaje, sería cubrirse con su técnica. Su padre siempre le había dicho que gastar tiempo en modificar una técnica defensiva para que lo fuese más aún era de cobardes, pero nunca le había hecho caso. Quizás este fuese el momento para probar su efectividad...
-Doton, Dōmuheki! -Dijo con un tono de voz no demasiado alto. mientras hacía una serie de sellos con toda la destreza y velocidad que podía. Instantes después, dos semi-cúpulas de piedra comenzaron a rodear a Kisame y a su compañero, dejando una separación en el medio de poco más de dos centímetros por la que el amejin observaba el exterior. Seguramente Karasu se hubiera despertado con el sonido de la piedra rompiéndose.
-Siento despertarte, he escuchado un ruido extraño y he preferido prevenir -Comentó el de Amegakure en voz baja mientras seguía observando el exterior con atención por si volvía a escuchar esa bestia o apareciese en algún momento inesperado.
-Doton, Dōmuheki! -Dijo con un tono de voz no demasiado alto. mientras hacía una serie de sellos con toda la destreza y velocidad que podía. Instantes después, dos semi-cúpulas de piedra comenzaron a rodear a Kisame y a su compañero, dejando una separación en el medio de poco más de dos centímetros por la que el amejin observaba el exterior. Seguramente Karasu se hubiera despertado con el sonido de la piedra rompiéndose.
-Siento despertarte, he escuchado un ruido extraño y he preferido prevenir -Comentó el de Amegakure en voz baja mientras seguía observando el exterior con atención por si volvía a escuchar esa bestia o apareciese en algún momento inesperado.