1/10/2019, 17:29
(Última modificación: 1/10/2019, 17:32 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
Kaido torció el gesto como todos los demás hacia el lugar del cual provenían los sonidos que avisaban de la llega de dos invitados nuevos y quizás indeseados. Curiosamente no se trató de otro dragón que hubiera mantenido la conversación en un punto neutral, sino que...
Era Zaide.
Que estupido e ingenuo fue Kaido al pensar que quizás, sólo quizás; akame y money no tenían razón. Que solo era una treta, una broma, un sinsentido. Pero allí estaba el Uchiha, sin ningún rasguño. Además, Lucía la Marca del Dragon, con lo cual, certificaba que Otohime —posteriormente confirmado por ella misma—. Le había realizado el bautizo. Kaido no pudo evitar preguntase a medida de que una furiosa marea se desataba allí en su interior, el por que la mujer no le había matado mientras Zaide dormía. Alguna especie de código de bautizo, tal vez? O es que al no tener a su shaneji se turno para que le prestase chakra ella también había quedado sumamente debilitada?
Daba igual. Ambos estaban ahí, y Zaide, su objetivo; ahora era un dragón.
El gyojin maldijo para sus adentros, con los ojos enrabietados y rojos de ira.
—Odiarte? Yo no odio a nadie, colega. Eras mi objetivo porque todos aquí decidimos que Dragón Rojo estaría mejor sin ti en este puto mundo. Si he fallado ha sido porque o estás a otro puto nivel, o todavía hay alguien allí arriba que te quiere ver dando por culo en Oonindo y yo no soy quien para ir en contra de los deseos de la organización. Pero no depende de mi, si se me pide intentar de nuevo la proeza de cortarte el jodido gaznate, ten por seguro que lo voy a intentar. Tú y tu puto sharingan no me dan miedo.
Era Zaide.
Que estupido e ingenuo fue Kaido al pensar que quizás, sólo quizás; akame y money no tenían razón. Que solo era una treta, una broma, un sinsentido. Pero allí estaba el Uchiha, sin ningún rasguño. Además, Lucía la Marca del Dragon, con lo cual, certificaba que Otohime —posteriormente confirmado por ella misma—. Le había realizado el bautizo. Kaido no pudo evitar preguntase a medida de que una furiosa marea se desataba allí en su interior, el por que la mujer no le había matado mientras Zaide dormía. Alguna especie de código de bautizo, tal vez? O es que al no tener a su shaneji se turno para que le prestase chakra ella también había quedado sumamente debilitada?
Daba igual. Ambos estaban ahí, y Zaide, su objetivo; ahora era un dragón.
El gyojin maldijo para sus adentros, con los ojos enrabietados y rojos de ira.
—Odiarte? Yo no odio a nadie, colega. Eras mi objetivo porque todos aquí decidimos que Dragón Rojo estaría mejor sin ti en este puto mundo. Si he fallado ha sido porque o estás a otro puto nivel, o todavía hay alguien allí arriba que te quiere ver dando por culo en Oonindo y yo no soy quien para ir en contra de los deseos de la organización. Pero no depende de mi, si se me pide intentar de nuevo la proeza de cortarte el jodido gaznate, ten por seguro que lo voy a intentar. Tú y tu puto sharingan no me dan miedo.