5/10/2019, 03:45
Tip. Tap. Tip. Tap. Un cúmulo de pasos se adueñaron del vestíbulo que daba a la habitación de Ayame, que anunciaron la llegada de Amekoro Yui, Hozuki Shanise y dos enfermeros que acompañaban a la Líder de Amegakure, como un séquito de guardias. La Tormenta se detuvo allí en la entrada, y miró a todos y cada uno de los presentes con una sonrisa digamos simpática, para los estándares de la propia Yui. Vestía su gran túnica impoluta sobre su habitual haori de color azul eléctrico.
—¡Ah, pero qué bonito! ¡Toda la familia reunida! ¿así que os habéis enterado ya? —soltó enfática, bajo el escrutinio de Shanise, que esperaba que yuyu se contuviera. Estaba demasiado animada desde que Daruu y Ayame le habían traído su regalo y temía que pudiera herir susceptibilidades—. que dos de mis mejores ninjas me han cumplido la encomienda de cabo a rabo. Por fin, ¡por fin! Las Náyades están muertas. Ahora podrás dormir más tranquila, Kiroe. Y tú ser menos temperamental y sobre protector con tu hija, Zetsuo —y viniendo de ella, la reina del temperamento; aquel comentario tendría que haber sido como recibir un toquecito menor en los huevos—. ¿qué? ¿por qué me miráis todos así? —Shanise le haló la túnica desde atrás—. ¿qué pasa coño?
—Yui-sama, es un momento emocional y delicado para ellos. Quizás deberíamos volver lu...
—Qué luego ni que luego, Shanise. En Amegakure todos somos familia —y si alguien le respondía lo contrario... Yui se metió en la habitación, y quedó a un palmo de Daruu y Zetsuo—. Bueno, Zetsuo, ese quirófano no va a preparase solo, ¿o sí? —miró a Daruu y le guiñó el ojo.
Yui.
Guiñándole el ojo. Vaya que estaba de buen humor.
—¡Ah, pero qué bonito! ¡Toda la familia reunida! ¿así que os habéis enterado ya? —soltó enfática, bajo el escrutinio de Shanise, que esperaba que yuyu se contuviera. Estaba demasiado animada desde que Daruu y Ayame le habían traído su regalo y temía que pudiera herir susceptibilidades—. que dos de mis mejores ninjas me han cumplido la encomienda de cabo a rabo. Por fin, ¡por fin! Las Náyades están muertas. Ahora podrás dormir más tranquila, Kiroe. Y tú ser menos temperamental y sobre protector con tu hija, Zetsuo —y viniendo de ella, la reina del temperamento; aquel comentario tendría que haber sido como recibir un toquecito menor en los huevos—. ¿qué? ¿por qué me miráis todos así? —Shanise le haló la túnica desde atrás—. ¿qué pasa coño?
—Yui-sama, es un momento emocional y delicado para ellos. Quizás deberíamos volver lu...
—Qué luego ni que luego, Shanise. En Amegakure todos somos familia —y si alguien le respondía lo contrario... Yui se metió en la habitación, y quedó a un palmo de Daruu y Zetsuo—. Bueno, Zetsuo, ese quirófano no va a preparase solo, ¿o sí? —miró a Daruu y le guiñó el ojo.
Yui.
Guiñándole el ojo. Vaya que estaba de buen humor.