5/10/2019, 16:42
Ryū asintió, complacido. Con el voto a favor del nuevo, las cosas se ponían muy bien para él. Miró a Otohime, que se estaba sacando un cigarro y encendiéndolo. Tomó una bocanada y echó el humo fuera.
—Esto es algo que solo la Anciana conoce —empezó a decir Otohime, antes de dar su voto—. Mi madre trabajó para un tipo llamado Gori. Un noble bien acaudalado. Un borracho, también. Un hijo de puta.
Sus ojos se perdieron en el humo que ascendían al techo. Retrotrayéndose en el tiempo. Recordando un pasado que tiempo atrás quiso olvidar.
—Cuando… Cuando mi madre se quedó embarazada de mí, la echó a la calle. Supongo que para evitar habladurías, aunque todos sabían el tipo de hombre que era. —Se encogió de hombros—. Así, sin más. Como algo rutinario y sin importancia. La usó, hizo con ella lo que quiso, la… —negó con la cabeza y apretó los dientes. Le temblaba la voz—. Y después de todo ese infierno, simplemente, la tiró a la calle como si fuese una bolsa de basura que empezase a oler mal.
»Mi madre murió sin nada. En la calle. Abandonada por esta sociedad de mierda y sin que nadie levantase un dedo por ella. Cuando me metí en esta organización, cuando no me quedó más remedio que meterme —puntualizó—, me contenté con la idea de que, al menos, les joderíamos. Esa sería mi venganza. —Miró a Zaide—. Nunca soñé ni me hice ilusiones con algo tan… bestia. —Luego a Ryū. Y a la Anciana—. Pero al menos pensaba que no terminaría cumpliéndole los caprichos a los mismos de siempre. Al menos pensé que no terminaría siendo yo también su puta esclava —masculló, con asco, con repugnancia. Hasta con ganas de vomitar.
»Yo voto en contra. Yo apuesto por la Revolución.
—Esto es algo que solo la Anciana conoce —empezó a decir Otohime, antes de dar su voto—. Mi madre trabajó para un tipo llamado Gori. Un noble bien acaudalado. Un borracho, también. Un hijo de puta.
Sus ojos se perdieron en el humo que ascendían al techo. Retrotrayéndose en el tiempo. Recordando un pasado que tiempo atrás quiso olvidar.
—Cuando… Cuando mi madre se quedó embarazada de mí, la echó a la calle. Supongo que para evitar habladurías, aunque todos sabían el tipo de hombre que era. —Se encogió de hombros—. Así, sin más. Como algo rutinario y sin importancia. La usó, hizo con ella lo que quiso, la… —negó con la cabeza y apretó los dientes. Le temblaba la voz—. Y después de todo ese infierno, simplemente, la tiró a la calle como si fuese una bolsa de basura que empezase a oler mal.
»Mi madre murió sin nada. En la calle. Abandonada por esta sociedad de mierda y sin que nadie levantase un dedo por ella. Cuando me metí en esta organización, cuando no me quedó más remedio que meterme —puntualizó—, me contenté con la idea de que, al menos, les joderíamos. Esa sería mi venganza. —Miró a Zaide—. Nunca soñé ni me hice ilusiones con algo tan… bestia. —Luego a Ryū. Y a la Anciana—. Pero al menos pensaba que no terminaría cumpliéndole los caprichos a los mismos de siempre. Al menos pensé que no terminaría siendo yo también su puta esclava —masculló, con asco, con repugnancia. Hasta con ganas de vomitar.
»Yo voto en contra. Yo apuesto por la Revolución.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado