5/10/2019, 18:55
—Un año será, Amedama Daruu. Pero más te vale entrenar bien. Entrenar duro. Entrenar día tras noche como si fuese tu última oportunidad de alcanzarme. Porque cuando llegue el momento del desafío, no tendré piedad.
Daruu asintió, pero cuando Yui se dirigió a Ayame apartó inmediatamente la mirada, retrocedió hasta la silla y tragó saliva. Había querido lanzar un órdago amistoso, de pupilo a maestro, pero tenía la misma sensación que si hubiera desafiado a Yui a un duelo a muerte. Tomó asiento.
Sin despedirse, lanzando aquella enigmática incógnita, de a qué tarea se refería la Arashikage, les dejó allí plantados. Con la boca abierta, y las dos placas relucientes en la mano. Daruu la agarró con las yemas de los dedos y la movió, reflejando la luz de los focos. Era bonita. Preciosa.
Dirigió la mirada a Ayame, sonriente. Y le acarició el pelo.
—Gracias por ayudarme a reunir a mi familia —dijo—. Aunque sea en la muerte.
Daruu asintió, pero cuando Yui se dirigió a Ayame apartó inmediatamente la mirada, retrocedió hasta la silla y tragó saliva. Había querido lanzar un órdago amistoso, de pupilo a maestro, pero tenía la misma sensación que si hubiera desafiado a Yui a un duelo a muerte. Tomó asiento.
Sin despedirse, lanzando aquella enigmática incógnita, de a qué tarea se refería la Arashikage, les dejó allí plantados. Con la boca abierta, y las dos placas relucientes en la mano. Daruu la agarró con las yemas de los dedos y la movió, reflejando la luz de los focos. Era bonita. Preciosa.
Dirigió la mirada a Ayame, sonriente. Y le acarició el pelo.
—Gracias por ayudarme a reunir a mi familia —dijo—. Aunque sea en la muerte.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)