(A) Las Náyades

[Amedama Daruu]

«Ñaun ñeñeñañucho ñe ñamiñar...» —se burló Daruu de puertas adentro cuando el Águila desvió su atención a su hija. Como de costumbre, Kōri-sensei les hizo una dedicatoria carente de tipo alguno de sal. Pero Daruu sabía que era sincera, y por tanto le devolvió una sonrisa amable, antes de guardarse su recién estrenada placa en el portaobjetos.

—Pero el equipo Kōri aún sigue adelante, ¿eh? ¡Aún tenemos que cumplir muchas misiones juntos! ¡Y ya no serán de ir a buscar fresas o actuar en obras de teatro tontas! —dijo Ayame.

—Eso no va a cambiar por mucho rango que consiga subir —rio Daruu. A no ser...

—Cuando estés listo, Amedama —añadió Zetsuo.

Zetsuo le sobresaltó. Miró a Kori, miró a Zetsuo. Miró a Ayame.

—Bueno. Va a ir siendo hora de que recupere lo que es mío de una vez, ¿eh? Si sale bien, voy a ir con el Byakugan activo a todas partes, me cago en todo. —rio. Se levantó y pasó al lado de Kori—. Quédate con tu hermana, Kori-sensei. Por favor. Necesita estar con vosotros.

»Venga, Zetsuo-san. Estoy listo.