7/10/2019, 18:59
A medida que se acercaban al punto de reunión, el cantar de los pájaros del bosque de Hokutomori fue reemplazado por unos griteríos algo más preocupantes. Tanto Ayame, que llamó la atención de Daruu cuando a él ya se le había helado la sangre, como el muchacho mismo, apretaron el paso, la primera cargando con el segundo, que a duras penas arrastraba los pies, tropezándose y casi cayendo al suelo.
—Eso es…Eso es… ¡¡¡ESO ES, JODER, ESO ES!!!
—¡Bueno, al menos parece que va ganando! —balbuceó Daruu, asfixiado por el agotamiento que conllevaba correr a ciegas y rastras.
Ayame se detuvo de golpe, pero Daruu no tenía manera de saber cuándo iba a pararse. El chico siguió hacia adelante y cayó al suelo de bruces, soltándose del brazo de Ayame. De pronto hubo un silencio. Silencio, ¡malo! Daruu se levantó de golpe y puso una pose de combate Hyuuga, mirando hacia un lado y hacia otro a pesar de que no pudiera ver.
—¿¡Dónde está el enemigo, dónde!? ¡AAaaaah! —«Mierda, mierda, así no puedo luchar»—. Espera, Ayame, ¡ha pasado una semana justa, creo que puedo hacerlo!
El muchacho se llevó la mano a la nuca y se arrancó la pieza de tela negra que cubría sus ojos. Los abrió. Fue doloroso. La luz le cegó y tuvo que tapárselos. Dio dos pasos hacia atrás, y luego abrió una rendija entre los dedos. Los retiró poco a poco. Borroso. Cada vez más nítido. Había algo blanco, grande, y algo gris, más grande. Y luego...
—Parece que alguien ha decidido compensar la falta de cerebro con algo de músculo. —La voz de Kokuo les sorprendió por primera vez en semanas. Daruu se dio la vuelta hacia Ayame, luego de nuevo hacia... aquella masa de músculos sin cara. Borroso.
—¿¡Quién eres, y dónde está Datsue, hijo de puta!? —gritó, sin darse cuenta de qué había querido decir Kokuo. Y de pronto, la nitidez. Le señaló—: ¡Por los tres dragones que se llevaron a Oonori, QUÉ TE HA PASADO, DATSUE! —Ante él se encontraba una grotesca imagen de lo que se supone que debía ser Uchiha Datsue. Con unos músculos tan inflados que podría haber levantado una... una...
...bueno, estaba levantando una roca enorme, sí.
—Eso es…Eso es… ¡¡¡ESO ES, JODER, ESO ES!!!
—¡Bueno, al menos parece que va ganando! —balbuceó Daruu, asfixiado por el agotamiento que conllevaba correr a ciegas y rastras.
Ayame se detuvo de golpe, pero Daruu no tenía manera de saber cuándo iba a pararse. El chico siguió hacia adelante y cayó al suelo de bruces, soltándose del brazo de Ayame. De pronto hubo un silencio. Silencio, ¡malo! Daruu se levantó de golpe y puso una pose de combate Hyuuga, mirando hacia un lado y hacia otro a pesar de que no pudiera ver.
—¿¡Dónde está el enemigo, dónde!? ¡AAaaaah! —«Mierda, mierda, así no puedo luchar»—. Espera, Ayame, ¡ha pasado una semana justa, creo que puedo hacerlo!
El muchacho se llevó la mano a la nuca y se arrancó la pieza de tela negra que cubría sus ojos. Los abrió. Fue doloroso. La luz le cegó y tuvo que tapárselos. Dio dos pasos hacia atrás, y luego abrió una rendija entre los dedos. Los retiró poco a poco. Borroso. Cada vez más nítido. Había algo blanco, grande, y algo gris, más grande. Y luego...
—Parece que alguien ha decidido compensar la falta de cerebro con algo de músculo. —La voz de Kokuo les sorprendió por primera vez en semanas. Daruu se dio la vuelta hacia Ayame, luego de nuevo hacia... aquella masa de músculos sin cara. Borroso.
—¿¡Quién eres, y dónde está Datsue, hijo de puta!? —gritó, sin darse cuenta de qué había querido decir Kokuo. Y de pronto, la nitidez. Le señaló—: ¡Por los tres dragones que se llevaron a Oonori, QUÉ TE HA PASADO, DATSUE! —Ante él se encontraba una grotesca imagen de lo que se supone que debía ser Uchiha Datsue. Con unos músculos tan inflados que podría haber levantado una... una...
...bueno, estaba levantando una roca enorme, sí.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)