7/10/2019, 20:34
Si Ayame lucía sorprendida, Datsue no lo era menos. Se llevó las manos a la boca, horrorizado, incapaz de pronunciar palabra alguna. Ni siquiera pudo responder a la provocación de Kokuō —a quien había oído lo suficiente como para reconocer su voz—, tan lívido como se encontraba. La visión de ellos le había quitado más el aliento que todas las sentadillas que acababa de realizar.
—Oh, dioses…
No sabía ni qué decir. Miró a Daruu. Miró a Ayame. Volvió a mirar a Daruu. ¿Cómo había podido pasar semejante cosa? ¿Cómo había…?
—¿¡Quién eres, y dónde está Datsue, hijo de puta!? —gritó Daruu, quitándose las vendas ante la cara horrorizada del Uchiha. Pero, entonces, tras ellas…—: ¡Por los tres dragones que se llevaron a Oonori, QUÉ TE HA PASADO, DATSUE!
—¡PEDAZO DE CABRÓN ESTÚPIDO! —le devolvió, mas su suspiro de alivio fue tan sonoro que pareciese que la preocupación por Daruu le hubiese puesto más tenso que todos los kilos que llevaba encima—. ¡Por un momento pensé que te habían quitado otra vez los ojos, joder! ¿¡A cuento de qué vas con vendas!? ¡Putas bromas las vuestras, de verdad! —exclamó, sin poder olvidarse todavía la que le había hecho Ayame, tiempo atrás.
Se agachó con cuidado para dejar la roca sobre el suelo, librándose de las correas de su improvisada mochila. Luego, avanzó, muy serio, hasta ellos. Miró a Daruu, a sus nuevos ojos —¿o más bien viejos?— con la cara de más mala hostia que fue capaz de poner.
Entonces…
—Ah, ¡sabía que lo conseguirías, capullo! —exclamó, dándole un breve abrazo y palmeándole la espalda como solo los camaradas hacían. Con fuerza. Para transmitir como era debido su cariño. Luego miró a Ayame, y sus ojos cayeron en la nueva placa que lucía en el brazo—. Bueno… Bueno, bueno, bueno. ¡Quiero detalles! ¡Quiero que os recreáis! ¿Cómo fue la caza? —preguntó, como un niño que aguarda impaciente oír un nuevo cuento antes de dormirse.
—Oh, dioses…
No sabía ni qué decir. Miró a Daruu. Miró a Ayame. Volvió a mirar a Daruu. ¿Cómo había podido pasar semejante cosa? ¿Cómo había…?
—¿¡Quién eres, y dónde está Datsue, hijo de puta!? —gritó Daruu, quitándose las vendas ante la cara horrorizada del Uchiha. Pero, entonces, tras ellas…—: ¡Por los tres dragones que se llevaron a Oonori, QUÉ TE HA PASADO, DATSUE!
—¡PEDAZO DE CABRÓN ESTÚPIDO! —le devolvió, mas su suspiro de alivio fue tan sonoro que pareciese que la preocupación por Daruu le hubiese puesto más tenso que todos los kilos que llevaba encima—. ¡Por un momento pensé que te habían quitado otra vez los ojos, joder! ¿¡A cuento de qué vas con vendas!? ¡Putas bromas las vuestras, de verdad! —exclamó, sin poder olvidarse todavía la que le había hecho Ayame, tiempo atrás.
Se agachó con cuidado para dejar la roca sobre el suelo, librándose de las correas de su improvisada mochila. Luego, avanzó, muy serio, hasta ellos. Miró a Daruu, a sus nuevos ojos —¿o más bien viejos?— con la cara de más mala hostia que fue capaz de poner.
Entonces…
—Ah, ¡sabía que lo conseguirías, capullo! —exclamó, dándole un breve abrazo y palmeándole la espalda como solo los camaradas hacían. Con fuerza. Para transmitir como era debido su cariño. Luego miró a Ayame, y sus ojos cayeron en la nueva placa que lucía en el brazo—. Bueno… Bueno, bueno, bueno. ¡Quiero detalles! ¡Quiero que os recreáis! ¿Cómo fue la caza? —preguntó, como un niño que aguarda impaciente oír un nuevo cuento antes de dormirse.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado