17/10/2019, 19:47
¿Avisar? ¡Acababan de ascender! ¡Acababan de eliminar a las enemigas más importantes de Amegakure desde hacía muchísimos años! ¡Sabían que Daruu estaba convaleciente! Bueno, vale, eso sí que puede que las preocupase, pero...
Sí, podían teletransportarse, pero a Daruu le pareció mejor idea...
—Un gato. Envío un gato diciendo que vamos a estar un rato de relax, y ya estáaaaaa. ¡Ayame, no te preocupes tanto! —dijo, haciendo un ademán con la mano como quitándole importancia.
—Oye, y hablando de musculitos... ¿Cómo te ha dado por entrenar de esa forma de repente? —se dirigió Ayame a Datsue. Daruu le miró.
La respuesta inicial hizo que no pudiera aguantarse la risa, pero cuando pasó a hablar de Akame, una adusta expresión vino y les conquistó a los tres.
—Es... un buen punto de vista —dijo Daruu, bajando la cabeza—. Algún día tendremos que enfrentarnos a ellos, ¿eh? —Se levantó de la silla y se acercó a Datsue. Rebuscó en su bolsillo y le hizo entrega de un objeto algo peculiar. Una pieza de shogi—. Aquí tienes. Guárdala bien. Y... si algún día sientes una especie de...llamada... no te resistas a ella. Significará que necesito tu ayuda. —Si se fijaba bien, no era un kanji típico lo que encontraría en aquella pieza, sino el flamante símbolo del Caramelo característico de Daruu, escrito con cuidado con sangre. Daruu y Ayame se sentían muy orgullosos de aquél artificio: habían mojado un pincel en sangre y lo habían usado para dibujar las marcas de forma más precisa.
Sí, podían teletransportarse, pero a Daruu le pareció mejor idea...
—Un gato. Envío un gato diciendo que vamos a estar un rato de relax, y ya estáaaaaa. ¡Ayame, no te preocupes tanto! —dijo, haciendo un ademán con la mano como quitándole importancia.
—Oye, y hablando de musculitos... ¿Cómo te ha dado por entrenar de esa forma de repente? —se dirigió Ayame a Datsue. Daruu le miró.
La respuesta inicial hizo que no pudiera aguantarse la risa, pero cuando pasó a hablar de Akame, una adusta expresión vino y les conquistó a los tres.
—Es... un buen punto de vista —dijo Daruu, bajando la cabeza—. Algún día tendremos que enfrentarnos a ellos, ¿eh? —Se levantó de la silla y se acercó a Datsue. Rebuscó en su bolsillo y le hizo entrega de un objeto algo peculiar. Una pieza de shogi—. Aquí tienes. Guárdala bien. Y... si algún día sientes una especie de...llamada... no te resistas a ella. Significará que necesito tu ayuda. —Si se fijaba bien, no era un kanji típico lo que encontraría en aquella pieza, sino el flamante símbolo del Caramelo característico de Daruu, escrito con cuidado con sangre. Daruu y Ayame se sentían muy orgullosos de aquél artificio: habían mojado un pincel en sangre y lo habían usado para dibujar las marcas de forma más precisa.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)