17/10/2019, 19:59
La solución de Daruu seguía sin convencerla del todo, y así lo expresaba sus labios fruncidos a un lado. Un gato tardaría varios días en llegar hasta Amegakure, probablemente los mismos días que deberían gastar ellos si volvieran a casa, como debían hacer. Pero no añadió nada al respecto, ni siquiera a la propuesta formulada por Datsue. Porque ella no tenía ninguna marca en la aldea. Se le había olvidado hacerla. Bueno, en realidad sí la tenía: en varias de las celdas de la Torre de la Arashikage. Irónico, ¿verdad? Por lo que se limitó a rezar para sus adentros que la Arashikage; o peor, su padre, no los asesinara al regresar.
—Ah, esa es una buena pregunta, Ayame. Una muy buena pregunta. Verás, no fue porque Aiko en su día me dejase por un morenazo con tableta y brazos como troncos, como se piensan algunos. No, no, ¡y no!
—No... qué va... —susurró ella, con los ojos entrecerrados en una mueca de completa incredulidad. Ni Datsue, con toda esa labia que se gastaba, podría haberla convencido de lo contrario en aquel momento.
Daruu debía de pensar lo mismo, porque soltó una pedorreta que camuflaba una carcajada.
—No, lo que pasó fue que Hanabi, allá por Bienvenida, me retó. Bueno, yo le reté a él. Eso y lo que sucedió con Akame... —A los tres se les ensombreció el rostro al unísono—. Estuve pensando. Pensándolo mucho. En mis fortalezas. En mis debilidades. Y entonces, pensé: ¿y sí convierto mi debilidad en mi fortaleza? ¿Y si potencio lo que nadie se espera que tenga? He llegado a un punto en el que me conocen demasiado bien. Así que quise enfocarme en algo que sorprendiese. En algo que nadie se esperase. Y aquí estamos.
—Es... un buen punto de vista —comentó Daruu—. Algún día tendremos que enfrentarnos a ellos, ¿eh?
Ayame volvió a apartar la mirada. ¿Enfrentarse a ellos? A los Generales, vale, ¿pero a Akame y a Kaido? ¿Estaba hablando en serio? La muchacha tragó saliva con esfuerzo.
No se le pasó por alto el hecho de que Daruu se había reincorporado y se acercaba al Uchiha. Sabía lo que hacer, así que le acompañó y le imitó, rebuscando en su bolsillo para tenderle su propia pieza de shogi. La pieza de shogi de la Luna, según el kanji que rezaba en él.
—Aquí tienes. Guárdala bien. Y... si algún día sientes una especie de...llamada... no te resistas a ella. Significará que necesito tu ayuda.
—Y hablando de esto... ¿Hay alguna noticia? ¿Sobre los Generales o... sobre Dragón Rojo?
—Ah, esa es una buena pregunta, Ayame. Una muy buena pregunta. Verás, no fue porque Aiko en su día me dejase por un morenazo con tableta y brazos como troncos, como se piensan algunos. No, no, ¡y no!
—No... qué va... —susurró ella, con los ojos entrecerrados en una mueca de completa incredulidad. Ni Datsue, con toda esa labia que se gastaba, podría haberla convencido de lo contrario en aquel momento.
Daruu debía de pensar lo mismo, porque soltó una pedorreta que camuflaba una carcajada.
—No, lo que pasó fue que Hanabi, allá por Bienvenida, me retó. Bueno, yo le reté a él. Eso y lo que sucedió con Akame... —A los tres se les ensombreció el rostro al unísono—. Estuve pensando. Pensándolo mucho. En mis fortalezas. En mis debilidades. Y entonces, pensé: ¿y sí convierto mi debilidad en mi fortaleza? ¿Y si potencio lo que nadie se espera que tenga? He llegado a un punto en el que me conocen demasiado bien. Así que quise enfocarme en algo que sorprendiese. En algo que nadie se esperase. Y aquí estamos.
—Es... un buen punto de vista —comentó Daruu—. Algún día tendremos que enfrentarnos a ellos, ¿eh?
Ayame volvió a apartar la mirada. ¿Enfrentarse a ellos? A los Generales, vale, ¿pero a Akame y a Kaido? ¿Estaba hablando en serio? La muchacha tragó saliva con esfuerzo.
No se le pasó por alto el hecho de que Daruu se había reincorporado y se acercaba al Uchiha. Sabía lo que hacer, así que le acompañó y le imitó, rebuscando en su bolsillo para tenderle su propia pieza de shogi. La pieza de shogi de la Luna, según el kanji que rezaba en él.
—Aquí tienes. Guárdala bien. Y... si algún día sientes una especie de...llamada... no te resistas a ella. Significará que necesito tu ayuda.
—Y hablando de esto... ¿Hay alguna noticia? ¿Sobre los Generales o... sobre Dragón Rojo?