11/11/2019, 21:58
—¿¿¡¡PERO QUÉ COJONES TE PASA EN LA CABEZA, JODER!!?? —bramó Datsue, rojo de cólera, y aunque Ayame bien se esperaba una reacción similar, no pudo evitar sobresaltarse ante el grito, intimidada por la violencia de su voz—. ¿¡Qué mierda ni qué hostias?! ¡¡Es proteína en polvo, me cago en todo! ¡Con algo de creatina! ¡Suplementos verificados y comprobados, con el sello de autenticidad! ¡Sin gluten y hasta válidos para vegetarianos!
«¿Proteína en polvo? ¿Creatinina?» Se preguntó la kunoichi, parpadeando varias veces con el gesto confundido de un cachorrito que no entiende por qué le estaban regañando. «¿Pero... eso cuenta como una droga? ¿Es perjudicial para el cuerpo? Lo iba a ingerir, pero dice que es proteína, pero las proteínas vienen en la carne y en los alimentos. ¿Por qué alguien iba a necesitar...? ¿Entonces qué es?» Tal era su confusión que le hervía la cabeza. No, literalmente. Había comenzado a salir vapor desde sus oídos.
—Sólo por si estáis pensando en daros de hostias un poco más, os recuerdo que está prohibido pelear en Hokutōmori —intervino Daruu, devolviéndoles a la realidad—, y que no pienso responder por los actos de ninguno de vosotros dos. Si vienen los samurai, yo me teleporto a la puta.
Aquella fue la única ocasión en la que el Uchiha y Ayame se pusieron de acuerdo en algo:
—¿Eh? ¿Tienes una marca en una prostituta?
—¡¿TIENES UNA MARCA EN UNA PROSTITUTA?!
«¿Proteína en polvo? ¿Creatinina?» Se preguntó la kunoichi, parpadeando varias veces con el gesto confundido de un cachorrito que no entiende por qué le estaban regañando. «¿Pero... eso cuenta como una droga? ¿Es perjudicial para el cuerpo? Lo iba a ingerir, pero dice que es proteína, pero las proteínas vienen en la carne y en los alimentos. ¿Por qué alguien iba a necesitar...? ¿Entonces qué es?» Tal era su confusión que le hervía la cabeza. No, literalmente. Había comenzado a salir vapor desde sus oídos.
—Sólo por si estáis pensando en daros de hostias un poco más, os recuerdo que está prohibido pelear en Hokutōmori —intervino Daruu, devolviéndoles a la realidad—, y que no pienso responder por los actos de ninguno de vosotros dos. Si vienen los samurai, yo me teleporto a la puta.
Aquella fue la única ocasión en la que el Uchiha y Ayame se pusieron de acuerdo en algo:
—¿Eh? ¿Tienes una marca en una prostituta?
—¡¿TIENES UNA MARCA EN UNA PROSTITUTA?!