Torbellino

Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.

Torbellino

Amedama Daruu Sin conexión

Jōnin de Ame
Jounin de Ame

Nivel: 34
Exp: 152 puntos
Dinero: 2240 ryō

· Fue 40

· Pod 100

· Res 60

· Int 60

· Agu 80

· Car 40

· Agi 60

· Vol 60

· Des 100

· Per 80

#118

8/12/2019, 00:54 (Última modificación: 8/12/2019, 23:21 por Amedama Daruu. Editado 2 veces en total.)

· · ·

Daruu estuvo a punto de contestar de mala manera. ¿Qué clase de broma era esa? ¿Un General? ¡Sí claro! De entre todas las cosas que el trolero de Datsue podía inventarse, aquella era la más disparatada que... ¡Pero claro! ¿Y esos gritos? ¿Y ese estruendo? ¿Y si...?

Hubo gritos ahogados en la pizzería. Donde había estado aquél pintoresco jounin, ahora había...

Nada.

· · ·

El Caramelo acto de presencia y analizó la situación lo más rápido posible. Había cruzado el continente de parte a parte en un parpadeo, por lo que lo primero que le sorprendió fue el fuerte sol que brillaba allá. Pero él estaba cubierto por la sombra de aquél esqueleto gigantesco de Datsue, que estaba... ¿¡levitando!?

¿¡EL PUTO KAGE ESTABA ALLÍ!?

—¡Usted! —le señaló. ¡Y también levitando, el hijoputa!

· · ·

—¿¡Tú también!? —exclamó Hanabi, señalándole a él.

Jamás se hubiese creído a sí mismo si se lo hubieran dicho, pero Hanabi estaba agotado, y algo falto de chakra. Ya había tenido problemas en esquivar aquella última arremetida de Bakudan con un Sunshin no Jutsu, en el último minuto, y todo porque el loco aquél estaba tan centrado en reventar el Susano'o de Datsue que ni siquiera le había tenido en cuenta. Había aparecido de repente al lado del Uchiha, y él se había apartado alarmado, confiando en su pupilo. Al parecer, con buen juicio.

Que esos dos hubieran aparecido ahora era ciertamente un alivio, pero un poco sí que le seguía hirviendo el pecho verlo después de haberse colado tan imprudentemente en su despacho.

—¡Atento al jutsu de tu compañera, Amedama!

· · ·

«¿Mi compañera...?»

Entonces la escuchó. Era el jutsu de canto de Ayame. ¡Ella también había venido! Junto a ella, había un extraño. Tenía que ser él. No podía ser otro.

Él también estaba levitando. Parecía que habían invitado a todos menos a los amejin a una fiesta de superhéroes. Pero sucedió algo extraño: el General comenzó a caer. «¡La técnica de Ayame!», se dijo. El canto de sirena embaucó al General, y este, al no poder controlarse, comenzó a descender como un muñeco sin vida.

Daruu corrió hacia él y formuló dos sellos, el Carnero y el Tigre. Se llevó una mano a la boca formando un anillo, y escupió una masa de caramelo pegajosa que se extendió a lo largo de la arena, bloqueando la trayectoria del desconocido. El objetivo: dejarlo pegado en el suelo tan pronto como cayese, y prepararle a Datsue la victoria fácil.

El muchacho escuchó un grito a sus espaldas, instándole a que se apartara, formuló un sello con una mano, y desapareció en un parpadeo. Apareció de nuevo junto a Ayame, y le pasó un brazo por detrás de los hombros.

—¿E... estás bien...? —jadeó. Echó mano de su portaobjetos y consumió una píldora de soldado.

230/230

–

264/360

– (-76) (-17) (-13) (+10/50 píldora)

*Agotamiento*

· · ·

Hanabi corría hacia Bakudan, que se precipitaba.

—¡Amedama, apártate! —Era su número final. Era el cierre de telón. Lo tenían justo ahí. Sólo tenían que rematarlo.

Y él era el rey en el ajedrez. Él debía ser quien exprimiese hasta la última gota de sí mismo. Por la generación más joven.

Por el futuro de Uzushiogakure, y de Oonindo.

Un instante después, el mundo de Bakudan se sumió en la más completa oscuridad. La oscuridad le entraba por los ojos, le entraba por las orejas, por la nariz y por la boca. Le escocía, le hacía toser, le impedía respirar. Pronto comprendería que lo que estaba respirando, incapaz de moverse por el caramelo que le apresaba, no era humo, sino pólvora.

Y que disfrutaría en primera fila de aquello que más amaba.

Una ruidosa explosión.

¡¡BAAAAUUUUUMMMMM!!

Hanabi cayó inconsciente por segunda vez. Pero había cumplido con su deber. Quien sabe si volvería a despertar. Por eso, en el fondo de su corazón, se despidió preventivamente con la frase que otrora pronunciara su maestra antes de sacrificarse.

«Larga vida a Uzushiogakure no Sato...»

· PV:

59/270

–
· CK:

-19/500

– (-13 Sunshin turno del codazo) (+40/50 píldora, sumados 10 del turno del codazo, y 10 de este) (-91 Sarutobi Haisekishō x4)

Daño propuesto: 160 PV x 1'3 (Poder 140) = 208 + desmayo instantáneo por perder más de 200 PV con (Voluntad 60)