17/01/2020, 16:25
El corazón de Hanabi latía a toda velocidad, bombeando sangre a un cerebro que todavía estaba desperezándose y no era capaz de procesar toda la información que le llegaba, además, como un ariete dispuesto a derribar las puertas de todas las convicciones en las que le habían educado con la más férrea disciplina. Alumno de Uzumaki Shiona, quien había gobernado más de cien años y había vivido casi doscientos, y que había recibido muy frescos los ideales de los primeros líderes de Uzushiogakure. Los ideales de Shiomaru, y de los otros Tres Grandes Kages.
Uno, los bijuu eran monstruos de chakra nacidos de los pecados del hombre, que sólo buscaban la destrucción, y que además eran bien capaces de causarla. Aquellos monstruos ahora tenían nombre propio, parecían bastante inteligentes, y además se había demostrado que cada uno luchaba por sus propias motivaciones. Kokuō y Shukaku, Gobi e Ichibi.
Dos, por su peligrosidad, los bijuu debían mantenerse encerrados para siempre en guardianes humanos llamados jinchūriki, tal y como Rikudō mantuvo al Jūbi en las leyendas del pasado de Oonindo. Ahora Aotsuki Ayame había liberado las cadenas de uno de ellos, después de haber estado prisionera ella misma bajo sus pezuñas. Y el bijuu ni siquiera hacía esfuerzos por salir.
Y Tres, jamás debía cometerse de nuevo el error de las Antiguas Cinco Grandes. Jamás debía utilizarse el poder de los bijuu, pues era maligno por naturaleza. Y Datsue y él habrían muerto de no ser por esa simbiosis que...
...esa simbiosis.
Hanabi tragó saliva, y tuvo que apoyarse en Datsue para no desfallecer.
—No sé si será peor que le guarden el secreto tanto tiempo o se lo digan directamente, Datsue. Esto es... —tartamudeó—. Respetaré su decisión y guardaré también su secreto. Pero esto cambia demasiadas cosas, Datsue. Nadie va a aceptar esta nueva realidad, nuestros ancestros nos enseñaron que había que mantenerlos encerrados, ¡nadie va a creer todo esto! Además...
»...Datsue, tú también estás colaborando con el Ichibi, ¿cierto? Durante el combate, os escuché hablar... al unísono, Datsue. Dime, ¿cómo se llama él?
Uno, los bijuu eran monstruos de chakra nacidos de los pecados del hombre, que sólo buscaban la destrucción, y que además eran bien capaces de causarla. Aquellos monstruos ahora tenían nombre propio, parecían bastante inteligentes, y además se había demostrado que cada uno luchaba por sus propias motivaciones. Kokuō y Shukaku, Gobi e Ichibi.
Dos, por su peligrosidad, los bijuu debían mantenerse encerrados para siempre en guardianes humanos llamados jinchūriki, tal y como Rikudō mantuvo al Jūbi en las leyendas del pasado de Oonindo. Ahora Aotsuki Ayame había liberado las cadenas de uno de ellos, después de haber estado prisionera ella misma bajo sus pezuñas. Y el bijuu ni siquiera hacía esfuerzos por salir.
Y Tres, jamás debía cometerse de nuevo el error de las Antiguas Cinco Grandes. Jamás debía utilizarse el poder de los bijuu, pues era maligno por naturaleza. Y Datsue y él habrían muerto de no ser por esa simbiosis que...
...esa simbiosis.
Hanabi tragó saliva, y tuvo que apoyarse en Datsue para no desfallecer.
—No sé si será peor que le guarden el secreto tanto tiempo o se lo digan directamente, Datsue. Esto es... —tartamudeó—. Respetaré su decisión y guardaré también su secreto. Pero esto cambia demasiadas cosas, Datsue. Nadie va a aceptar esta nueva realidad, nuestros ancestros nos enseñaron que había que mantenerlos encerrados, ¡nadie va a creer todo esto! Además...
»...Datsue, tú también estás colaborando con el Ichibi, ¿cierto? Durante el combate, os escuché hablar... al unísono, Datsue. Dime, ¿cómo se llama él?