17/01/2020, 19:52
—¡Uy! ¡P-perdón!
—¡Pero animal! —gritó Hanabi—. ¡Desde cuándo te has vuelto tan fuerte, cabrón!
Esa era una muy buena pregunta.
—Desde hace varios meses, Hanabi-sama. Desde hace vaaarios meses.
«¡E-eso no es verdad! ¡Yo lo que buscaba era convertir mis debilidades en fortalezas! ¡Sorprender! Además, Aiko no es ninguna loca suicida.»
«Eso no es… Eso fue porque… Bah, ¡vete a la mierda!»
Ah, no. Ni hablar. No pensaba entrar en su juego, y menos mantener una conversación con Shukaku sobre sus relaciones amorosas. ¡Ni de coña! Optó por cerrar su mente y centrarse en Hanabi.
—Sí, vámonos pues. Me gustaría ver la cara de Katsudon cuando le cuente todo esto —confesó, divertido. Luego se acordó de algo, y desvió la mirada hacia los restos del cadáver de Bakudan. Qué coño, antes le había dicho a Hanabi que el General no era más que cenizas. Un lapsus, sin duda, porque no lo había abrasado, sino aplastado con el mazo de su Susano’o—. Ahora me arrepiento un poco de haberle matado así. Me hubiese gustado analizar el sello de Kurama.
«En eso, Shukaku… En eso estamos JODIDAMENTE de acuerdo». Y con ese último pensamiento en la cabeza, Datsue empezó a caminar junto a Hanabi. Todavía les quedaba un largo recorrido hasta Uzushiogakure no Sato. Su villa.
Su hogar.
«¡JIAJIAJIA! ¡Así me gusta! ¡Dejando claro quién está por encima de quién!»
—¡Pero animal! —gritó Hanabi—. ¡Desde cuándo te has vuelto tan fuerte, cabrón!
Esa era una muy buena pregunta.
—Desde hace varios meses, Hanabi-sama. Desde hace vaaarios meses.
«¿No decías que no ibas a mentirle nunca más? Dile la verdad. Dile que te volviste así desde que esa loca suicida se morreó con el gorila aquel.»
«¡E-eso no es verdad! ¡Yo lo que buscaba era convertir mis debilidades en fortalezas! ¡Sorprender! Además, Aiko no es ninguna loca suicida.»
«Ah, perdona, Hijo, perdona. Debí confundirme, qué cabeza la mía. Pensé que estábamos hablando de la chica que te encontraste empalada en el Valle de los Dojos por montar un espectáculo, la misma que una semana después se inmoló en el torneo.»
«Esa no era…»
«O…»
«¡JAAAAAAAAAJIAJIAJAIJIAJIAJIÁ!»
«¡JIIIIAAAAAAAAAAAAAAA!»
«Esa no era…»
«O…»
«¡JAAAAAAAAAJIAJIAJAIJIAJIAJIÁ!»
«¡JIIIIAAAAAAAAAAAAAAA!»
«Eso no es… Eso fue porque… Bah, ¡vete a la mierda!»
«¡JIA JIA JIA! Va, va, no te enfades. Si a mí en el fondo me cae bien. ¡Me gustan las locas! Es divertida, al menos. Mucho más que esa nueva con la que te estás viendo»
Ah, no. Ni hablar. No pensaba entrar en su juego, y menos mantener una conversación con Shukaku sobre sus relaciones amorosas. ¡Ni de coña! Optó por cerrar su mente y centrarse en Hanabi.
—Sí, vámonos pues. Me gustaría ver la cara de Katsudon cuando le cuente todo esto —confesó, divertido. Luego se acordó de algo, y desvió la mirada hacia los restos del cadáver de Bakudan. Qué coño, antes le había dicho a Hanabi que el General no era más que cenizas. Un lapsus, sin duda, porque no lo había abrasado, sino aplastado con el mazo de su Susano’o—. Ahora me arrepiento un poco de haberle matado así. Me hubiese gustado analizar el sello de Kurama.
«¡Pff! ¡Una basura es lo que era el sello! Tú y yo podríamos hacernos algo mucho, muuuucho mejor»
«En eso, Shukaku… En eso estamos JODIDAMENTE de acuerdo». Y con ese último pensamiento en la cabeza, Datsue empezó a caminar junto a Hanabi. Todavía les quedaba un largo recorrido hasta Uzushiogakure no Sato. Su villa.
Su hogar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado