14/03/2020, 12:22
—¿Un aspirante a ANBU, eh? Bueno, no te voy a decir que no lo hagas, pero que sepas que es un mierdero eso. Ve practicando lo de "si te lo contara tendría que matarte" para cuando te pregunten a qué te dedicas en las cenas familiares —soltó una carcajada desganada—. Bueno, ya estamos todos. A ver, la misión...
Ren dirigió su atención visiblemente sorprendida a su compañero Kisame, pero antes de que pudiera gestar palabra, Ebisu había extendido la mano para ofrecerles un pergamino; lo que hizo redirigir la mirada a su nuevo instructor. Extendió también su mano para tomarlo momentos después, para inclinarse entonces hacía un lado. Deshizo un pequeño nudo de un hilo rojo que sellaba el pergamino; lo desenrollo entonces lentamente mientras con una mano sostenía parte del papel, Kisame apenas tendría que mover un poco la cabeza para que pudiera leerlo también.
— O sea, que tenemos que hacer de repartidores ¿no? — dijo tras leer el contenido, mirando a Ebisu
Puede que este esperara que se decepcionaran por el contenido del pergamino, pero a la joven kunoichi le daba igual. Comprendía que tenia que comenzar desde lo más bajo, y poco a poco ir ascendiendo; no tenia ninguna prisa por morir, ya que si esto ocurría, no podría pasar el resto de sus días con alguien que todavía no sabía lo importante que sería para ella.
Ren dirigió su atención visiblemente sorprendida a su compañero Kisame, pero antes de que pudiera gestar palabra, Ebisu había extendido la mano para ofrecerles un pergamino; lo que hizo redirigir la mirada a su nuevo instructor. Extendió también su mano para tomarlo momentos después, para inclinarse entonces hacía un lado. Deshizo un pequeño nudo de un hilo rojo que sellaba el pergamino; lo desenrollo entonces lentamente mientras con una mano sostenía parte del papel, Kisame apenas tendría que mover un poco la cabeza para que pudiera leerlo también.
— O sea, que tenemos que hacer de repartidores ¿no? — dijo tras leer el contenido, mirando a Ebisu
Puede que este esperara que se decepcionaran por el contenido del pergamino, pero a la joven kunoichi le daba igual. Comprendía que tenia que comenzar desde lo más bajo, y poco a poco ir ascendiendo; no tenia ninguna prisa por morir, ya que si esto ocurría, no podría pasar el resto de sus días con alguien que todavía no sabía lo importante que sería para ella.