21/03/2020, 13:21
— Si puedo ayudarte en algo, Eri-chan, puedes decírmelo, tú ya has hecho muchísimas cosas por mí, así que puedo devolverte el favor cuando necesites.
Eri asintió con la sonrisa aun dibujada en su rostro, separándose de ella para volver a apoyarse en el respaldo del sillón donde estaban ambas sentadas. El fuego iluminaba sus rostros y calentaba sus mejillas, y aquello la Uzumaki lo encontró agradable. Parecía el remedio perfecto para sus pequeñas rumiaciones nocturnas, esperando, poco a poco, a que se fueran y volviera una Eri optimista capaz de superar incluso los peores momentos.
«Un momento, ¿me ha llamado Eri-chan?»
Bueno, era extraño, pero no le disgustaba.
—Y dime, Hana, ¿qué tienes planeado hacer en el Torneo? —preguntó, intentando cambiar de tema de conversación—. A mí al final me convocaron para ser representante de Uzushiogakure en los Rangos más Altos, por lo cual tengo que contenerme para no mostrarles todo lo que tengo o podrían usarlo en mi contra si se diera la ocasión, pero, ¿y tú? ¿Qué tienes pensado?
Eri asintió con la sonrisa aun dibujada en su rostro, separándose de ella para volver a apoyarse en el respaldo del sillón donde estaban ambas sentadas. El fuego iluminaba sus rostros y calentaba sus mejillas, y aquello la Uzumaki lo encontró agradable. Parecía el remedio perfecto para sus pequeñas rumiaciones nocturnas, esperando, poco a poco, a que se fueran y volviera una Eri optimista capaz de superar incluso los peores momentos.
«Un momento, ¿me ha llamado Eri-chan?»
Bueno, era extraño, pero no le disgustaba.
—Y dime, Hana, ¿qué tienes planeado hacer en el Torneo? —preguntó, intentando cambiar de tema de conversación—. A mí al final me convocaron para ser representante de Uzushiogakure en los Rangos más Altos, por lo cual tengo que contenerme para no mostrarles todo lo que tengo o podrían usarlo en mi contra si se diera la ocasión, pero, ¿y tú? ¿Qué tienes pensado?