22/03/2020, 15:47
— Cuando os decidáis, avisadme.
— Muy bien, muchas gracias. — contestó Hana al ver a su compañera absorta.
Cogió la carta e hizo como que la miraba, cuando toda su atención estaba en la morena. Ren miraba al camarero con clara decepción en su rostro, después echó un vistazo al lugar, casi podía oirla imaginarse el interior lleno de armaduras y katanas por todas partes y hermosos lienzos con atardeceres y dos figuras retandose a un duelo samurai. Y después estaba la realidad, solo era un restaurante normal.
A pesar de que era lo más adorable que Hana había visto en meses, también le daba algo de pena ver lo decepcionada que estaba. Posó delicadamente su mano sobre la de la morena.
— Si quieres vamos a otro sitio, alguno más... samuraiano. Seguro que hay algún lugar donde corten los ingredientes delante tuyo con largos cuchillos. — le dijo Hana en un volumen bajo y con una sonrisa.
— Muy bien, muchas gracias. — contestó Hana al ver a su compañera absorta.
Cogió la carta e hizo como que la miraba, cuando toda su atención estaba en la morena. Ren miraba al camarero con clara decepción en su rostro, después echó un vistazo al lugar, casi podía oirla imaginarse el interior lleno de armaduras y katanas por todas partes y hermosos lienzos con atardeceres y dos figuras retandose a un duelo samurai. Y después estaba la realidad, solo era un restaurante normal.
A pesar de que era lo más adorable que Hana había visto en meses, también le daba algo de pena ver lo decepcionada que estaba. Posó delicadamente su mano sobre la de la morena.
— Si quieres vamos a otro sitio, alguno más... samuraiano. Seguro que hay algún lugar donde corten los ingredientes delante tuyo con largos cuchillos. — le dijo Hana en un volumen bajo y con una sonrisa.