22/03/2020, 21:39
— Ren-chan, ¿tú te has enamorado alguna vez?
— ¿Enamorarme? — se llevó una mano al mentón, frunciendo el ceño en un intento profundo de recapacitar por aquella pregunta. Estaba segura de que nunca antes se había enamorado, ni siquiera sabía como se sentía aquello.
— ¿Habéis pensado ya lo que queréis? — volvió a hacer aparición, dejando dos largos vasos de color anaranjado para tomarles nota.
— Oh, pues. Yo quiero un ramén de pato, y tempura con arroz — respondió señalando en la carta.Tras tomar nota a Hana, asentiría y se marcharía, llevándose todas las cartas excepto la de Hana. — Sinceramente, no. Estoy bastante segura. — alzó la mirada al techo, cruzada de brazos algo pensativa.
No es algo que se le hubiera pasado alguna vez por la cabeza; quería intentar ser la mejor espadachina de Oonindo, viajar al país de los samurais, acabar sus colecciones de mangas... Pero conseguir pareja era algo que nunca se le paso por su cabecita.
— ¿Enamorarme? — se llevó una mano al mentón, frunciendo el ceño en un intento profundo de recapacitar por aquella pregunta. Estaba segura de que nunca antes se había enamorado, ni siquiera sabía como se sentía aquello.
— ¿Habéis pensado ya lo que queréis? — volvió a hacer aparición, dejando dos largos vasos de color anaranjado para tomarles nota.
— Oh, pues. Yo quiero un ramén de pato, y tempura con arroz — respondió señalando en la carta.Tras tomar nota a Hana, asentiría y se marcharía, llevándose todas las cartas excepto la de Hana. — Sinceramente, no. Estoy bastante segura. — alzó la mirada al techo, cruzada de brazos algo pensativa.
No es algo que se le hubiera pasado alguna vez por la cabeza; quería intentar ser la mejor espadachina de Oonindo, viajar al país de los samurais, acabar sus colecciones de mangas... Pero conseguir pareja era algo que nunca se le paso por su cabecita.