25/03/2020, 22:50
— ¡N-No, no, Hana-nee! ¡C-Claro que no es ningún juego! ¡De verdad te tengo mucho cariño y aprecio!
Hana no dijo nada. Toda la conversación le había ido afectando y ahora no sabía ni qué decir ni qué sentir. Por mucho que Ren dijese ahora, antes había dicho que lo suyo no era serio. ¿A quien debía creer? ¿A la Ren de ahora o la de antes? La rubia removía los fideos mirando de reojo a la morena buscarse algo en la camisa interior.
Hasta que le mostró un colgante que Hana no le había visto puesto nunca antes. De él colgaba la mini katana que había ganado aquel día junto a su mini panda. ¿Y se lo había hecho colgante? No pudo evitar sonreír al recordar como ella había traido el peluche fuera de la mochila porque no le cabía, enseñándoselo a todos sus guardias, a su sensei y a media Onindo. Tal vez Ren era tan tonta como ella.
— L-La llevo como si fuera un amuleto de la suerte; aunque no es algo que te represente, me acuerdo de ti cuando la veo
— Yo tengo el peluche del panda en la habitación. — respondió mientras se llevaba unos fideos a la boca, tras masticar y tragar seguiría. — Lo he tenido que llevar fuera de la mochila todo el viaje porque no me cabía, con toda una escolta de ninjas de elite y mi sensei mirando. — se sonrojó violentamente y volvió a mirar sus fideos como si fuesen lo más interesante del mundo.
Hana no dijo nada. Toda la conversación le había ido afectando y ahora no sabía ni qué decir ni qué sentir. Por mucho que Ren dijese ahora, antes había dicho que lo suyo no era serio. ¿A quien debía creer? ¿A la Ren de ahora o la de antes? La rubia removía los fideos mirando de reojo a la morena buscarse algo en la camisa interior.
Hasta que le mostró un colgante que Hana no le había visto puesto nunca antes. De él colgaba la mini katana que había ganado aquel día junto a su mini panda. ¿Y se lo había hecho colgante? No pudo evitar sonreír al recordar como ella había traido el peluche fuera de la mochila porque no le cabía, enseñándoselo a todos sus guardias, a su sensei y a media Onindo. Tal vez Ren era tan tonta como ella.
— L-La llevo como si fuera un amuleto de la suerte; aunque no es algo que te represente, me acuerdo de ti cuando la veo
— Yo tengo el peluche del panda en la habitación. — respondió mientras se llevaba unos fideos a la boca, tras masticar y tragar seguiría. — Lo he tenido que llevar fuera de la mochila todo el viaje porque no me cabía, con toda una escolta de ninjas de elite y mi sensei mirando. — se sonrojó violentamente y volvió a mirar sus fideos como si fuesen lo más interesante del mundo.