30/03/2020, 15:39
(Última modificación: 1/04/2020, 22:23 por Uzumaki Eri. Editado 1 vez en total.)
Seguramente el chico había captado su intención, y eso era explicarle a Hana cómo se podía hacer para entrenar bien tanto su cuerpo como su mente. Conocía a Datsue, y sabía que, aunque había tenido malos ratos a lo largo de su vida como shinobi, era uno de los más poderosos jounin de su generación, y eso no había sido gracias al poder divino o porque tuviera un bijuu en su interior, sino por su esfuerzo diario en el entrenamiento.
Y eso demostró en su charla: entrenamiento físico, comida sana y entrenamiento en facultades. Ella había estado entrenando ambas cosas por las mañanas, y por las tardes se dedicaba a repasar sus bazas, oportunidades y escribir lo que sabía de cada oponente suyo. Eso sí, no quería que nadie viera los dibujos que había hecho de cada participante... Eso sí que daba miedo.
—¿Sabemos algo del resto de participantes? Me contaron que para la Segunda División hay apuntados dos amejines. Esos son con los que tienes que tener cuidado. A los kusareños les ganas fácil. Tampoco te confíes, pero no deberías tener problema. Ya verás.
Debía admitir que poco sabía de los de la Segunda División, pues ella se había centrado en los de la Primera principalmente, y se sintió algo culpable por su pupila. «Si los estudiáramos juntas, quizá se sentiría más preparada.»
Hana no tardó en explicar lo poco que sabía de los contrincantes a los que podían enfrentarse. Eri conocía a Ranko, pero solo de una noche y tampoco tenía idea de en qué se especializaba. Ren y Daigo eran completos desconocidos, y los demás...
—De la primera división, sé que estamos nosotros —enumeró—. Y ya.
Simple y llano.
—De la segunda división, conozco a Reiji, diestro en combate con armas y... A Hana.
Luego miró a Datsue tras concluir su pequeño relato.
Y eso demostró en su charla: entrenamiento físico, comida sana y entrenamiento en facultades. Ella había estado entrenando ambas cosas por las mañanas, y por las tardes se dedicaba a repasar sus bazas, oportunidades y escribir lo que sabía de cada oponente suyo. Eso sí, no quería que nadie viera los dibujos que había hecho de cada participante... Eso sí que daba miedo.
—¿Sabemos algo del resto de participantes? Me contaron que para la Segunda División hay apuntados dos amejines. Esos son con los que tienes que tener cuidado. A los kusareños les ganas fácil. Tampoco te confíes, pero no deberías tener problema. Ya verás.
Debía admitir que poco sabía de los de la Segunda División, pues ella se había centrado en los de la Primera principalmente, y se sintió algo culpable por su pupila. «Si los estudiáramos juntas, quizá se sentiría más preparada.»
Hana no tardó en explicar lo poco que sabía de los contrincantes a los que podían enfrentarse. Eri conocía a Ranko, pero solo de una noche y tampoco tenía idea de en qué se especializaba. Ren y Daigo eran completos desconocidos, y los demás...
—De la primera división, sé que estamos nosotros —enumeró—. Y ya.
Simple y llano.
—De la segunda división, conozco a Reiji, diestro en combate con armas y... A Hana.
Luego miró a Datsue tras concluir su pequeño relato.