1/04/2020, 15:54
Datsue comenzó a excusarse: que si sacó el Susano'o porque no tenía elección, que si le iban a desgraciar su cara... ¡Como si viviera de su rostro! A ver, reconocía, a duras penas —o no tan duras— que era guapo, y que su cara era agraciada, pero de ahí a decir que sacaba su técnica última para defender su rostro, había un gran pase.
Y sí, lanzó los senbons, pero desde donde estaba ella no se veía nada.
—Hana, tú me comprendes, ¿verdad?
«No busques compinches, Datsue», le espetó en su mente.
— No te preocupes, Eri-sensei, a mi me dais miedo vosotros y no pasa nada. Supongo que algún día a alguien le daré miedo yo y cerraremos el ciclo.
No era miedo lo que tenía, en verdad, lo que más temor la generaba era el hecho de perder y no poder enseñar lo que podía dar por Uzushiogakure. ¿Y si Hanabi se decepcionaba con ella? ¿Y si no era digna de hacerse llamar jounin? Esas preguntas la atormentaban por dentro. No tenía miedo, tenía pánico de no dar la talla.
Datsue animó a Hana a no tener miedo de ellos, y ella negó para salir de su ensimismamiento.
—¡Exacto! No tienes por qué tenernos miedo, yo es que, bueno, soy algo cagona, ¿sabéis? Y nerviosa, así que antes del Torneo diré cosas parecidas por los nervios... —se excusó, rascándose la nuca.
Y sí, lanzó los senbons, pero desde donde estaba ella no se veía nada.
—Hana, tú me comprendes, ¿verdad?
«No busques compinches, Datsue», le espetó en su mente.
— No te preocupes, Eri-sensei, a mi me dais miedo vosotros y no pasa nada. Supongo que algún día a alguien le daré miedo yo y cerraremos el ciclo.
No era miedo lo que tenía, en verdad, lo que más temor la generaba era el hecho de perder y no poder enseñar lo que podía dar por Uzushiogakure. ¿Y si Hanabi se decepcionaba con ella? ¿Y si no era digna de hacerse llamar jounin? Esas preguntas la atormentaban por dentro. No tenía miedo, tenía pánico de no dar la talla.
Datsue animó a Hana a no tener miedo de ellos, y ella negó para salir de su ensimismamiento.
—¡Exacto! No tienes por qué tenernos miedo, yo es que, bueno, soy algo cagona, ¿sabéis? Y nerviosa, así que antes del Torneo diré cosas parecidas por los nervios... —se excusó, rascándose la nuca.