1/04/2020, 22:08
(Última modificación: 1/04/2020, 22:11 por Himura Hana. Editado 1 vez en total.)
— Haz lo que te de la puta gana. Niñata malcriada
— Rebota, rebota. ¡Y en tu cara explota!
Saltó hacia atrás, soltando la Kodachi para que cayese un poco más atrás que ella y empezó a hacer sellos. Tras una sucesión de tres sellos, el suelo bajo la madera empezaría a resquebrajarse desde donde estaba la rubia hacia adelante. Toda la estructura de madera quedaría reducida a serrín y astillas y el aire se llenaría de polvo hasta puntos que ni Hana se había podido imaginar. Por suerte, solo serían ocho metros por delante de ella, con lo cual le quedaban bastantes metros para poder siquiera llegar a ocasionar algún daño a algún civil.
Se apuró a recoger su Kodachi y salir de aquella polvareda hasta que se pudiese ver o respirar, ni tenía ni buscaba visión de Ren. Tenía que haberle dado sí o sí.
— Rebota, rebota. ¡Y en tu cara explota!
Saltó hacia atrás, soltando la Kodachi para que cayese un poco más atrás que ella y empezó a hacer sellos. Tras una sucesión de tres sellos, el suelo bajo la madera empezaría a resquebrajarse desde donde estaba la rubia hacia adelante. Toda la estructura de madera quedaría reducida a serrín y astillas y el aire se llenaría de polvo hasta puntos que ni Hana se había podido imaginar. Por suerte, solo serían ocho metros por delante de ella, con lo cual le quedaban bastantes metros para poder siquiera llegar a ocasionar algún daño a algún civil.
Se apuró a recoger su Kodachi y salir de aquella polvareda hasta que se pudiese ver o respirar, ni tenía ni buscaba visión de Ren. Tenía que haberle dado sí o sí.