3/04/2020, 12:33
El combate había dado comienzo sin mas revuelos, por suerte. Sabía que cuando el oponente veía a un espadachín sostener su arma frente a él, su primera opción siempre era atacar a distancia.
Y esa era una buena opción, si. Siempre había sido mi punto débil, y por eso sin moverme del sitio, deje que el chakra eléctrico fluyera por la hoja de la espada mientras mi oponente daba un paso hacia delante y desevainaba su espada desde lejos y lanzo un corte grisáceo.
Me sorprendió. No voy a negarlo. Pues no esperaba una técnica de ese estilo, muy similar a la que yo estaba apunto de devolverle, pues también también podía lanzar a distancia, aunque con la ayuda del chakra raiton.
Lance un corte vertical en dirección al suyo. Las técnicas chocaron mucho mas cerca de mí que de él, estaba claro quién tenia mucho mejor manejo del chakra, y no era yo. Pero por lo menos esperaba ser mas diestro que el en el arte de la espada.
Por lo que ya no esperé más. Corrí en dirección a mi oponente para acercarme a él. Ya le había dejado claro que no iba a ganarme tan solo atacando desde lejos. Si también era un espadachín, tendría que demostrarme su habilidad cuerpo a cuerpo.
Si nada me impedía acercarme, lanzaría un tajo perpendicular a la altura de su cintura.
Y esa era una buena opción, si. Siempre había sido mi punto débil, y por eso sin moverme del sitio, deje que el chakra eléctrico fluyera por la hoja de la espada mientras mi oponente daba un paso hacia delante y desevainaba su espada desde lejos y lanzo un corte grisáceo.
Me sorprendió. No voy a negarlo. Pues no esperaba una técnica de ese estilo, muy similar a la que yo estaba apunto de devolverle, pues también también podía lanzar a distancia, aunque con la ayuda del chakra raiton.
Lance un corte vertical en dirección al suyo. Las técnicas chocaron mucho mas cerca de mí que de él, estaba claro quién tenia mucho mejor manejo del chakra, y no era yo. Pero por lo menos esperaba ser mas diestro que el en el arte de la espada.
Por lo que ya no esperé más. Corrí en dirección a mi oponente para acercarme a él. Ya le había dejado claro que no iba a ganarme tan solo atacando desde lejos. Si también era un espadachín, tendría que demostrarme su habilidad cuerpo a cuerpo.
Si nada me impedía acercarme, lanzaría un tajo perpendicular a la altura de su cintura.